El amor entre Natalia Oreiro y Ricardo Mollo tiene más de 22 años, pero hace 11 decidieron dar un paso más allá e ir en búsqueda de un hijo. Es por eso que llegó a sus vidas Merlín Atahualpa a quien cuidan de forma minuciosa en todos los aspectos de su vida. Tan es así que el pequeño tiene una estricta dieta a base de pescado.
Natalia Oreiro no deja librado al azar nada en la crianza de su hijo. Es que la cantante se ocupa de forma detallada de esta para poder brindarle lo mejor. Tanto es así, que marcó dos particularidades sobre el pequeño. La primera tiene que ver con un método anti tecnología, para que él no se encuentre atado a una pantalla, y el otro una estricta dieta.
Sucede que desde hace años, en la casa de Ricardo Mollo y la actriz no abundan las carnes. Es que ella es vegetariana y el cantante de Divididos sólo come pescado y de forma eventual. Ante esto, para que su hijo pueda crecer fuerte y sano implementaron una dieta dieta pescetariana.
“Él come pescado diariamente; yo no como ningún tipo de carne, y el papá, a veces sí. Durante el embarazo tomé unas pastillas que tenían aceite de bacalao, y en la lactancia también, porque es muy importante…", reveló en diálogo con LAM sobre cómo es la dieta de Atahualpa.
Es que el niño, que hoy tiene 11 años, desde los 3 que se alimenta a base de pescado. Lejos de resultarle tedioso o molesto, le encanta. Para su madre, quien es una obsesiva de la comida sana, esto le parece muy positivo para él.
“Cuando empezó a comer, me pidió pescado crudo. ¡Come lenguado crudo! Yo lo veo y digo: 'Esto no puede ser mi hijo. Es un oso' (…). Come mañana y noche pescado, lo cual es buenísimo para él, porque es buenísimo para el cerebro. También come algas”, mencionó sobre la dieta que disfruta realizar su hijo.
Sin embargo, teniendo en cuenta que está en una edad en la cual siente curiosidad por innovar en cuanto a los alimentos, Natalia Oreiro mencionó le permite darse algunos gustos se es que él lo desea: “Yo no tengo problema con que coma lo que sea”.
“La otra vez fuimos al parque y me dice: '¿Qué es esto?'. Y yo dije: 'Lo estoy matando'. ¿Cómo un chico de casi 4 años va a decir qué es esto ¡y son papas fritas!? Claramente se comió todo el plato. Lo salado le llama más la atención que lo dulce, cosa contraria a mí. Yo muero por los chocolates”, reveló hace un tiempo sobre los permisos que le da respecto a la dieta que hasta el día de hoy mantiene.