Breve, pero contundente. Natalie Pérez ya transitó por los senderos de MasterChef y arribó a la estación final, dado que El Polaco se recuperó del coronavirus. De esta manera, la talentosa actriz se despide del éxito televisivo del año.
Claro, la cantante sabía de antemano que su incorporación al reality disponía de fecha de vencimiento, que su misión consistiría en resguardar el lugar al ídolo de la movida tropical. De hecho, en cada episodio la artista sufría para evitar la eliminación, por sentirse responsable, aunque no lo era realmente.
"A una isla iría con El Polaco, que es blanco, pero lo veo más guerrero", expresó Natalie.
Natalie charló con Stefi Roitmann en el ciclo Modo live de la señal en Instagram. Con un tono muy distendido, en el que la novia de Ricky Montaner le confesó que la admira profundamente, Pérez sorprendió con una revelación muy peculiar.
Claro, Stefi le hizo una pregunta capciosa, una especie de juego, que constaba de la mentada consulta de a quién elegiría para quedarse varada en una isla desierta. Entre las opciones que le propuso la influencer se encontraban Mariana Genesio, Sebastián Wainraich y El Polaco.
En ese acertijo, que implicaba siempre respuestas picantes, Natalie exteriorizó: "Con el Polaco. Mariana Genesio no sabe hacer muchas cosas, Seba Wainrich es muy blanco, lo agarra el sol y lo aniquila, El Polaco también es blanco, pero lo veo más guerrero".
"Salida bolichera con Dolli Irigoyen, la llevaría a City Hall. Me encantaba. Tengo presencia perfecta, casi", dijo Pérez.
Habrá que ver como le cayó esta consideración a Barby Silenzi, la pareja del cantante, aunque claro solamente se trató de una trivia, un escenario hipotético y con opciones limitadas.
Otras de las cuestiones llamativas de la entrevista estuvo en la selección de Natalie de un compañero de boliche, entre los jurados. Ahí lanzó: “Salida bolichera con Dolli Irigoyen, la llevaría a City Hall. Me encantaba. Tengo presencia perfecta, casi".
