La actriz y angelita se ausentó durante más de una semana de su silla en LAM ya que luego de pasar toda la temporada de verano haciendo teatro en Villa Carlos Paz y hacer varias funciones en Buenos Aires se tomó unas merecidas vacaciones.
Eligiendo como destino las playas de Brasil, Nazarena Vélez viajó junto a su pareja Santiago Caamaño y su hijo menor con quienes paseó, descansó y disfrutó del clima carioca. Sin embargo, lo bueno dura poco, dicen, y la artista tuvo que regresar al país para retomar con sus compromisos personales.
Ya en Argentina, y más precisamente en la cocina de su casa en Tigre, la columnista de Angel de Brito también retomó a su faceta de influencer interactuando con su comunidad virtual al tiempo que, en medio de sus historias manifestó un malestar que estaba atravesando.
“Agarré lo justo y necesario el celular porque descansé. Necesitaba. A parte comí, chupé, tomé sol, me conecté con la naturaleza. Hice todo lo que se hace en vacaciones. Ahora tengo que ponerme a hacer de todo y empezar pro desarmar las valijas”, contó Vélez mirando a la lente de su celular.
LAS CONSECUENCIAS DE UNAS BUENAS VACACIONES
Y, en tanto se colocó un filtro en blanco y negro, Naza cambió de tema, aunque en cierta forma relacionado a su paseo por Brasil, y compartió: “Capítulo a parte para el pelo. No sé si me contagié piojos, en la arena había algún bichito o qué pero no saben lo que me pica la cabeza”.
“No sé. Fue el sol que me perforó el cerebro y me dejó así o me contagié piojos. No dejo de rascarme la cabeza además de que me tengo que hacer un baño de crema porque me das vuelta y soy un escobillón”, remató Vélez poniéndole humor a la situación.