Si bien Nicolás Occhiato saltó a la fama tras su paso por Combate donde no solo era uno de los favoritos de los seguidores del programa de El Nueve sino que, además, protagonizó uno de los grandes romances de aquel entonces como novio de Flor Vigna, el influencer tiene un pasado laboral lejos de los medios… del cual poco se conoce.
Es que al actor, productor y conductor, que incluso llegó a la final del Bailando en Showmatch no siempre le fue fácil ganar su propio dinero y tuvo que rebuscársela fuera de la popularidad y las redes sociales. ¿Qué hacía antes de ser famoso el supuesto nuevo novio de Emily Lucius?
En el programa Nadie dice nada, que conduce el propio Occhiato junto a Nati Jota, Flor Jazmín Peña y Nacho Elizalde, fue el periodista quien reveló ese dato mientras hablaban de las situaciones incómodas que tuvieron que atravesar al momento de tener una entrevista de trabajo.
Y fue desde ese disparador que Nico dio detalles de su pasado como comerciante, donde al mejor estilo Pablo Echarri, pasó de vendedor de ropa a la televisión. "Cuando dejé de trabajar en el pan lactal, estaba muy buscando a dónde instalarme y mi viejo estaba muy nervioso porque yo haga algo", comenzó el ex de Vigna.
"Mi viejo tenía un fabricante de medias muy conocido. Habló con él y me dijo: Te da medias a consignación. Me las daba y las que vendí, vendía. No perdía guita. Me las daba a un precio muy barato para que vaya a los locales, las ofrezca y le gane a todas”, recordó Occhiato quien en aquel entonces tenía tan solo 19 años.
"Un fabricante de medias me daba a consignación y salía a venderlas, no perdía guita. Soy tímido y hay que ser caradura. Lo feo era que me levantaba todos los días a las 9", recordó Nico.
Y dirigiéndose a sus compañeros, siguió: “No es vendedor ambulante, pero está por ahí. Soy tímido, hay que ser caradura. Tenés que meterte. Yo había terminado el colegio hacía un año y venía de manejar un camión. Igual, lo feo de eso era que me levantaba todos los días a las nueve y decía: Uy la puta madre tengo que dar vueltas con el auto”.
“Tenía que buscar locales que vendan medias o que no vendan y quieran. Iba a la fábrica de Morón, cargaba todo e iba a buscar locales. No había hoja de ruta”, remató Nico quien le reconoció a Nati Joya que era muy malo haciendo ese tipo de trabajo.
