El periodismo parece empecinado en decir, mostrar y contar que la relación de Juana Viale con su actual novio, un músico llamado Agustin Goldenhorn, marcha sobre ruedas. Puede ser, incluso se habla de compromisos actuales y casamiento futuro, pero a ella le gustan otras "ruedas". Distintas, diferentes. Sí, ella es apasionada por las motos.
Desde pequeña Juana suele surcar arriba de una motocicleta las calles de Buenos Aires (en los barrios paquete que recorre ella, guarda, porque es difícil verla por el agitado sur de la ciudad, por ejemplo), donde demuestra sus habilidades para el manejo y para los cuidados personales. En general se la ve con casco.
Tanto Juana como su hermano Nacho Viale, tan polémico por estos días al trascender que se había ido a vacunar a los Estados Unidos, heredaron la pasión por las motocicletas de su papá, Ignacio Viale Del Carril, otro fanático de ese tipo de vehículos.
Incluso, Nacho es una especie de "motoquero premium" que viaja por todas las rutas del país junto a un grupo de amigos cuando todos tienen tiempo, por supuesto.
Fana de las motos, entonces, Juana le dio la bienvenida al otoño manejando su poderosa motocicleta, algo que reflejó en su cuenta de Instagram. Curiosamente acompañó la imagen con una frase tan contundente com sugestiva: "Mi amor de otoño".
¿Y Agustín Goldenhorn? Que no se preocupe. A su amor por Juana, ese que empezó con una cita a ciegas en las que tomaron un rico vino y probaron un hummus incomible, nadie le pone un freno. A lado de él, ella vive una eterna primavera.