Los ojos se posaron sobre esa fecha, una jornada que se anticipó durante semanas y que se erigió en un tema de debate, de análisis profundos, de teorías sobre posibles finales. El cumpleaños de quince de Indiana Cubero captó la atención de miles.
El eje de semejante tensión se centró en la grieta intrafamiliar, en esa pelea honda de la adolescente con su madre Nicole Neumann, esa que implosionó con la decisión de agarrar sus pertenencias y abandonar el hogar materno para cobijarse en los brazos de Fabián Cubero y Mica Viciconte.
La incógnita se basaba en la posible participación de la modelo en la celebración casera, sencilla y tranquila de Indiana, quien en definitiva eligió festejar el aniversario de su nacimiento con Poroto y su familia, así como un puñado de amigas muy queridas de la escuela.
Justamente lo que trascendió rápidamente fueron las imágenes de ese evento, que se configuró en una idea simple, pero amorosa, de reunirse a jugar al bowling con sus seres queridos. En ese espacio se produjo una sorpresiva visita, con la llegada de una familiar que Indiana no imaginaba.
LA INVITADA SORPRESA DE LA HIJA DE NICOLE NEUMANN
Resulta que Soledad Cubero, la hermana del ex futbolista, se subió a su auto y manejó más de cuatrocientos kilómetros desde su Mar del Plata para aparecer de imprevisto y saludar a Indiana. Un momento muy emotivo que quedó registrado por la cámara de un celular.
Finalmente, Nikita pudo disponer de su rato para experimentar un momento de celebración con la adolescente, porque a los tres días se reunieron en la casa de su hermana Geraldine Neumann y de ese modo se disolvió la teoría de una negativa rotunda de la joven de compartir su alegría con su mamá.