En medio del éxito en Calle Corrientes, con una obra que reflejaba su historia de vida y con gran exposición en los medios después de ganar el Bailando, Noelia Pompa dejó su carrera y se alejó del espectáculo y hasta del país.
Armó las valijas y se fue a España. Sin dar mayores explicaciones, durante años no se supo casi nada de ella. Incluso, en más de una oportunidad, cuando fue contactada, casi ni respondía. Su deseo fue alejarse de la popularidad, de su vida en la Argentina, y lo logró en Europa
Enamorada y conviviendo con su pareja en Cenicientos, el último pueblo de Madrid, rodeada de montañas, gente mayor y baja densidad de población, hoy la artista está dispuesta a volver a la actividad, después de reencontrarse con su esencia, como ella misma cuenta.
A punto de cerrarse su incorporación al Bailando por un sueño y cerrar para formar parte de los 10 años de Stravaganza, junto a Flavio Mendoza, el próximo verano, Noe habló con Los ángeles de la mañana y contó los motivos que le hicieron abandonar todo para darle comienzo a una nueva etapa de su vida
“La estaba pasando mal. Con un poco de fobia, un poco no digo de depresión pero ya estaba casi ahí, al borde. Salió justo la oportunidad de viajar y lo hice más que nada por mi salud. También me costaba mucho hablarlo, como si fuera algo malo”.
“Fue venir un poco en la búsqueda. Tenía una crisis existencial, se me juntó todo, una mierda. Fueron esas cosas que, a veces, necesitás tocar fondo”, se sinceró la bailarina.
"Tenía una crisis existencial, se me juntó todo, una mierda"
“Imaginate que yo estaba encabezando Pequeña gran mujer, la relación que yo tenía con Flavio Mendoza, y ahora creo que van sanando las relaciones. Se trata de alejarme un poco y poder ver las cosas desde otro lugar” remarcó.
