Todo lo que se viene: espacios abiertos y grupales, mesas regulables en altura, cintas de correr y jardines verticales. Los espacios de trabajo se adaptan para mejorar la experiencia del trabajador.
Después de todos los cambios que experimentó el mundo laboral este año, parece casi imposible imaginarse cómo serán las oficinas, ¡dentro de diez! En estos meses, todo cambió: el lugar y la hora a la que leemos los mails, la comunicación con los compañeros de trabajo e, incluso, ya no hay que ponerse de acuerdo en qué radio se escucha durante el día.
Y de acá a una década, es probable que las oficinas actuales nos resulten raras e irreconocibles. Cada vez más empresas apuestan por crear espacios que estén en consonancia con las necesidades de las personas y la demanda de espacios de trabajo cambiantes y eso implica un montón de modificaciones que harán que nos olvidemos de las estructuras de oficinas que conocimos hasta ahora.
Más que nunca, los entornos de trabajo se están modificando para adaptarse a las nuevas rutinas. Cada vez más, se priorizan espacios cómodos y abiertos, para que las personas puedan trabajar en forma conjunta y colaborativa. Además, los espacios abiertos, con iluminación natural y diseñados para el bienestar, se adaptarán a los distintos estilos de trabajo, las expectativas de privacidad y el tipo de personalidad de los equipos que los ocupen. La oficina parecerá más una persona, un compañero o un tutor que nos guiará para sacar lo mejor de nosotros.
La empresa Grupo(a)² es pionera en diseño de mobiliario para espacios de trabajo y, a partir de esta pandemia, está analizando cuáles son las señales de cambio del mercado de hoy que darán forma al futuro. El objetivo: comprender cómo viven las personas en el trabajo y seguir mejorando la experiencia del trabajador.
Los límites del futuro son visibles y las primeras señales son claras: cada vez más organizaciones brindan espacios de trabajo flexibles, ya sean salas de colaboración, cintas de correr, bicicletas o mesas regulables en altura, que ofrecen un descanso a los trabajadores, reduciendo la fatiga, la rigidez y aumentando la productividad. La adquisión de sillas ergonómicas como X5, Flexor, Aston, la creación de jardines verticales o compra de productos como Bike Chair son algunos ejemplos de todo lo que se están planteando las empresas.
Sin dudas, en el futuro, las oficinas tomarán el mismo rumbo que la tecnología: volverse personalizable y adaptarse a los gustos y necesidades del usuario.