Mariana Brey atravesó uno de los sustos más grandes de su vida. En plena vuelta de las vacaciones que se tomó por Europa, debió ser operada de urgencia a las pocas horas de arribar en Argentina. Afortunadamente todo salió bien con la periodista, pero reveló fuertes detalles de lo vivido.
Mediante su cuenta de Instagram mostró fotos y un crudo testimonio de la odisea que pasó. Inesperadamente, Brey comenzó a sentir un dolor muy agudo en su cuerpo y eso la obligó a acudir de manera inmediata al médico, notando que algo no estaba bien.
“Como suele pasarme en estos casos el miedo se penetra en mi. Porque son esas decisiones difíciles de tomar, al menos para mí. No tengo tolerancia al dolor y me estresa mucho pensar en el Post , como si yo tuviese el poder de saber cuál será el resultado”, comenzó diciendo Mariana.
En una preocupación que se fue generalizando entre sus seguidores, aprovechó para aclarar qué fue lo que pasó: “¿Qué es mejor? Soportar y resistir hasta llegar al límite. ¿Hasta que el cuerpo diga basta ? O hacerme fuerte, rodearme de buenos profesionales, consultar distintas voces, y escuchar a los amigos que hayan pasado por algo similar. Para finalmente decidir”.
La reflexión que hizo Brey no fue en vano, dado a que los médicos tuvieron que tomar la decisión de extirpar su vesícula. Siendo un drama de salud que suele aparecer pasados los 40 años, a Mariana le tocó de la manera más imprevista posible y justo después de unas hermosas vacaciones.
EL MAL MOMENTO DE SALUD QUE ATRAVESÓ MARIANA BREY
“No me gustan lo quirófanos, no me gusta la anestesia, no me gusta que entren en mi cuerpo. Y estos miedos tienen historia, viene de la niñez, algún día lo contaré. En esta oportunidad, Estaba de viaje disfrutando del verano Europeo cuando se reiteró un dolor en mi panza, como unas puntadas que me quitaban el aire”, explicó Mariana.
Conmovida por cómo la vida puede sorprenderla de un momento a otro, también agregó: “Ahí no tuve miedo pero si tomé conciencia que no podía dejarme estar más y que tenía que tomar una firme decisión. Para no ponerme en riesgo, teniendo que salir de urgencia a internarme y que termine siendo algo de mayor gravedad. Al regreso me puse en contacto con los médicos que me explicaron la importancia de hacerlo con tranquilidad y que el proceso sea algo más liviano, gestionando mis dudas y miedos. Tenía que sacar la Vesícula de mi cuerpo“.
Ya para cerrar, a Mariana no le quedaron más que palabras de agradecimiento y atravesar este momento de la mejor manera posible. “Desperté de la anestesia con lágrimas y sin aire. Mi experiencia por primera vez a la anestesia total, fue muy poco agradable. No pude pegarme ningún viaje lindo, jaja Sentí miedo y dolor. Todo salió impecable y ya estoy recuperándome en mi casa. Con Estricta dieta y descanso. Rodeada del amor de la familia y amigos. Quiero agradecer al equipo de profesionales que me acompañaron y me contuvieron en esta parte del camino”, sentenció.