En la cuenta regresiva para volver a la pantalla de América con su clásico ciclo Desayuno Americano, Pamela David se encuentra haciendo gira de prensa y promoción de lo que será su retorno a la televisión. Y fue en una de sus tantas declaraciones que sorprendió al reconocer que es una mujer celosa.
Ansiosa por lo que significa su regresó a los medios luego de varios años alejada y abocada a la familia, a su faceta empresarial y a preparar lo que se viene desde el próximo 10 de abril, la ex participante del bar se atrevió a dar detalles de su relación con Daniel Vila y contó cómo, con el tiempo, logró manejar sus inseguridades.
Entrevistada por María Laura Santillan, la ex vedette y actual conductora se adentró en la vida de pareja y fue así que terminó contando cómo pudo manejar el tema de los celos por el empresario de los medios a quien le controlaba en su momento tanto las redes como el celular.
Siendo que David es una de las mujeres más bellas de nuestro país, bien podría suponerse que se siente segura en esas cuestiones. Sin embargo, fue la propia presentadora de Desayuno Americano quien se sinceró: “fui tan tóxica que ahora me da fiaca. No te reviso un teléfono ni de casualidad”
“Porque lo he hecho durante tanto tiempo, revisar hasta los mensajes de texto, directos de Twitter, Instagram. ¡Que pesada! Es horrible porque es como tomarte el veneno y esperar a que el otro se muera. Es horrible porque te termina haciendo mal a vos”, continuó Pamela.
PAMELA HABLO DE SU TOXICIDAD CON LOS CELOS QEU SENTÍA POR DANIEL VILA
Fue entonces que David profundizó en ese pasado con quien hoy es su esposo y confesó: “Con mi actual marido también. Es horrible porque algo te va a molestar, como un emojis, un besito de alguien que no te bancás mucho. Dije, no lo hago más. Tengo las claves de lo que se puedan imaginar”.
Finalmente, Pame contó como logró superar esa toxicidad y detalló: “En terapia, no hacerlo es como dejar de fumar. Al principio cuesta un montón pero después es maravilloso. Te hace mal. Algo te va a molestar igual aunque no haya nada. El que busca encuentra. No me importaba si él se quejaba, yo lo hacía”.
