Pamela David (41) y Daniel Vila (66) pueden viajar al exterior cuando sus agendas lo permiten y cuando ellos lo desean. Sin tener que sopesar si la economía es un problema, el matrimonio puede darse el gusto de salir del país en busca de unas lindas vacaciones. Sin embargo, el verano 2020 los encuentra en Argentina, aunque no precisamente en el cemento de Buenos Aires…
Desde su cuenta de Instagram, la ex conductora del magazine Pamela a la tarde mostró un poco de las placenteras vacaciones que está disfrutando en familia. Lejos del glamour de Punta del Este y de las playas top de Miami, la ex modelo y el empresario se instalaron en Mendoza, provincia de la que es oriundo Vila.
Desde allí mostró un poco del placentero descanso. Mientras navegaban y disfrutaban del imponente paisaje, Pame reconoció: “Acá en Mendoza, pasamos un día estupendo en familia, disfrutando de la naturaleza”. Pero… ¿qué hace Pamela mientras Vila pesca? ¡Aprovecha para leer! Sí, la conductora eligió el último de los libros del doctor Daniel López Rosetti, titulado Equilibrio. Así, entre el paisaje del dique El Carrizal y la calma de sus aguas, la morocha disfrutó de un rato de lectura en compañía de su familia, ¡Un planazo!
¿Y a qué se dedica en sus ratos libres? ¡A tejer con máquina! Sí, mostró cómo le estaba quedando su primera prenda. “¡Mi primer poncho hecho con la máquina de tejer! Estoy muy contenta porque a mi hija le encantó”.
En la ciudad. Pamela se mostró también al borde de una hermosa pileta, con una bikini súper caliente. Desde allí contó que no quiere seguir trabajando en las tardes de América: “Leí que me iba a tomar un año sabático, pero no sé lo que es eso. Trabajé toda mi vida, desde que soy muy chica, y no podría no hacerlo. No sé lo que es no trabajar, por eso estoy siempre pensando cosas nuevas”.
Y agregó: “Estoy preparando una charla TED, que no sé cuándo la daré, pero mientras la preparo. Quiero que el día de mañana, si aparece la oportunidad, esté lista. Siempre estoy atenta a que salgan cosas que me hagan feliz, y tal vez lo que pasó es que no encajaba mucho con el último tiempo del programa”.
Sobre su cambio de vida, la santiagueña soltó: “Hace tres años que empecé a hacer un camino más espiritual. Hoy me gusta emocionarme, escuchar… hay una parte que en la tele no garpa o que no es el lugar indicado para mostrar”, dijo.
Y terminó dando una pista de sus ganas de abandonar la tele para empezar desde la redes sociales a crecer en lo que siente: “Empecé a hacer unas entrevistas que se llaman Pam Live y que están creciendo un montón. Son en mi casa y con mi teléfono, e hicieron que me dé cuenta de que es mucha la gente que necesita una mano y que la escuchen”.