Pampita es sinónimo de éxito profesional, una mujer que construyó, y construye, una carrera impresionante. Primero brilló en el universo de la moda, ahora como una figura de la televisión. Pero, la morocha experimentó un momento decisivo, apenas instalada en Buenos Aires, cuando era un joven.
El viernes se celebró el Día de San Cayetano, el patrono del trabajo, en ese contexto, Carolina Ardohain recordó su primer trabajo, que distaba muchísimo de este presente de bonanza. Apenas arribada de General Acha, La Pampa, a la gran ciudad se desempeñó como vendedora en un local de ropa en un shopping.
La ex de Benja Vicuña tuvo que atravesar una encrucijada, y así lo describió: “Hice un casting para una marca, pasaron varios meses y me llamaron. Me dijeron que no podía ser vendedora porque las fotos se iban a usar en tamaño gigante en el local. Entonces tuve que elegir si seguir trabajando o renunciar”.
"Me dije: ‘¿Si renuncio y después no consigo trabajo?‘ Fue un momento para decidir”, contó Pampita.
En ese instante, como a la mayoría de los mortales, Pampita sintió: “Una cosa de vértigo. Estaba acostumbrada a mi sueldo fijo. Estaba organizada para pagar el alquiler, los gastos... Y dije: ‘¿Si renuncio y después no consigo trabajo?‘ Fue un momento para decidir”.
Claro que la elección fue la más arriesgada, así lo contó la modelo: “Dije: ‘Me tiro el lance y veo qué pasa'. Renuncié, publicaron las fotos. Y claro, algunos meses fui a castings y no quedé. Así que me estaba empezando a gastar los ahorros”.
"Fui a unos castings y no quedé, así que me estaba gastando los ahorros", describió la modelo.
Otra vez el destino jugó a su favor, porque en una circunstancia muy rápida le volvió a cambiar la vida. “Pancho Dotto vio esta foto en un colectivo que estaba ploteado, le pidió mi número a la empresa y me llamó. Y cuando voy a verlo le digo: ‘Mirá, yo casi me gasté todos los ahorros, así que voy a probar dos o tres meses. Si no funciona, tengo que volver a trabajar al shopping'”.
El azar fue un factor importante, o mejor dicho, estar en el lugar indicado a la hora indicada: “Ese día cuando me estaba yendo me dice otra persona que buscaban a una chica castaña, que sepa bailar y hablar portugués. Bueno, un poco puedo charlatear, mi mamá es brasilera. Ahí fui a un casting y a los días estaba viajando a México”.
Para redondear, Carolina exteriorizó: “Así empecé como modelo y no volví al shopping. El destino estaba marcado, pero la pasé mal al momento de decidir”.