Desde que la modelo y conductora se encontraba en la dulce espera de su hija Ana, abrió las puertas de su casa y de su intimidad a fin de compartir su vida en la plataforma Paramount +. Y fue luego del éxito de la primera temporada, donde dio a luz a la niña que… se vino la segunda.
Si bien la parte 2 del reality de Carolina Ardohain se viene grabando desde que comenzó el 2022, lo cierto es que recientemente se estrenó en la plataforma. Allí ya se pudo ver el momento en que Roberto García Moritan la sorprende para su cumpleaños con un significativo y romántico presente: el banco de la película Un lugar llamado Notting Hill.
Y entre tantas otras cosas que fueron sucediendo en lo que va de la nueva temporada de Siendo Pampita, la modelo protagonizó un divertido e insólito episodio mientras veraneaba en familia y con amigos en las paradisíacas playas de República Dominicana.
Según se pudo ver en el episodio número 7 que ya está en la plataforma, cuando el verano pasado Carolina se fue de vacaciones con su marido y todos los hijos de ambos (Ana, Beltrán, Benicio y Bautista, hijos de la modelo con Benjamín Vicuña; y Santino y Delfina, frutos de la relación entre el político y Milagros Brito) se vieron obligados a salir corriendo de la costa caribeña.
¿Qué fue lo que sucedió? En el último capítulo que se subió a Paramount + la trama apunta a la amistad, ya que el matrimonio recibió en Punta Cana algunos de sus amigos más cercanos. Fue entonces que, una vez reunidos en aquel país, realizaron diversas actividades en grupo.
Y fue el día en que decidieron armar un picnic en la arena… que el programa no resultó como esperaban. Por el contrario, se vio opacado por nubes, truenos y lluvia. Es que mientras todos se preparaban para almorzar a orillas del mar el mal clima les jugó una mala pasada.
De repente, el cielo se oscureció, el viento empezó a soplar fuerte, y si bien algunos mantenían la esperanza de que solo fuese una tormenta pasajera, Pampita agarró a su hija y decidió abandonar el lugar. Fue entonces que su marido lanzó una frase desopilante.
"Salven las empanadas", gritó Roberto Moritán al ver que se venía la tormenta en la playa y les iba a mojar la comida que habían llevado para un pic nic.
“Salven las empanadas”, gritó Moritán a fin de que sus amigos protejan la comida. Automáticamente, al ver que venía la lluvia, el grupo tomó la recomendación del legislador porteño y abandonó el lugar… pero con las manos cargadas de todo lo que había llevado para el pic nic playero que incluía bandejas, botellas, ojotas y bolsos.