Pampita contó que una de las cosas que le pidió a su marido, Roberto García Moritán, antes de dejarlo entrar al mundo de la política fue que lo acompañe. “Nada de llegar después de la medianoche”, le dijo puertas adentro. Por eso, el muchacho que acaba de dar un paso importante rumbo a la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, anda para todos lados detrás de ella.
Lo que en otros tiempos se diría que la que lleva los pantalones en la casa es ella (en muchas casas cercanas nadie sabe bien que pantalón ponerse del lío sexual que hay), ahora se mira para el costado y se apoya todo en este mundo moderno (al cual se aplaude, claro).
Después de presentar el look de su programa en NET TV, Pampita Online, Carolina contó lo que sintió García Moritán en el camarín de La Flia, la productora de Marcelo Tinelli, donde siempre va para cuidar a la pequeña Aña, la hija de menos de dos meses que tienen juntos.
Todo se dio después de contar que él no la ve vestida como en La Academia, sino que sus looks son mucho más casuales: "Meto mucha joggineta y zapas, porque ya en los dos programas estoy con taco aguja. Pero Robert no me ve así de producida. Me saco todo en el camarín", explicó.
Y dio los detalles de lo que pasó en la noche del lunes: "Robert siempre está en el camarín de La Academia esperándome con Ana. La movía y ella tenía mucha hambre, él estaba desesperado, pobre".
Y terminó describiendo el peor momento, en el modo Pampa: "Ayer estuvo… La movía y Ana tenía mucha hambre, él estaba desesperado, pobre. Cuando llegué tenía estrés, como que el ojo le latía y me la entregaba en brazos y decía 'por favor, alimentala'. Ahí estamos, piloteándola".
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