El vértigo del vivo acarrea un sinfín de posibilidades, de contratiempos que pueden surgir en pleno desarrollo de un programa y que no poseen control alguno. En esa maraña de reacciones del cuerpo humano se enredó Pampito, que preocupó a todos en el estudio.
En el devenir del ciclo de Carmen Barbieri, durante la emisión del jueves, el panelista alarmó a todos sus compañeros al solicitar que le cortaran el micrófono y huir raudamente de las luces para escaparse con rumbo al toilette, movilizado por un problema físico.
El periodista atinó a contarle a Matías Alé: “Estoy desconcentrado. Córtenme el micrófono. Me dio asco el té…”. Con total sorpresa, el ex de Graciela Alfano, que se desempeña como reemplazo de Carmen, no pudo ocultar su estupor y sostuvo: “Casi se nos desmaya Pampito. Estábamos en el aire. Está con el médico”.
Con la intención de continuar con el desenvolvimiento del ciclo, Alé mantuvo la postura, al unísono que crecía la incertidumbre sobre el estado de salud del panelista. Tras varios minutos lejos de las cámaras, Pampito regresó al plano, que lo mostró en pleno diálogo con un médico presente en el canal.
Enmarcado en un lenguaje corporal de incomodidad, el panelista retomó a su silla y con un tono pausado, algo falto de energía, se animó a narrar lo que atravesó en esos instantes de adversidad. “Me da vergüenza. Parece teatro. Tomé té y me dio asco. Estaba hablando y me empezó a agarrar náuseas. Fui al baño a vomitar”, contó.
Visiblemente conmocionado por el episodio, Pampito redobló su discurso de solicitar disculpas al público y a sus colegas y expresó: “Perdón, es un asco lo que estoy contando, pero me dio asco el té. Estoy bien. Estoy vivo, que no se preocupe mi familia que me estaba escribiendo”.
