Las opiniones están divididas. Mientras algunos dicen todo lo contrario, una significativa mayoría asegura que la tele adelgaza. Que las cámaras, sobre todos las de alta definición, afinan las figuras de quienes salen en pantalla. Y ponen como ejemplo, para darle más sustento a la teoría, a Susana Giménez y su reconocida estrategia: según aquellos que defienden al “equipo de la flacura”, a la diva le interesan más las luces y las lentes que le van a apuntar al cuerpo que tener al papa Francisco, a Donald Trump y a Vladimir Putin sentados en su living. Si sale más estilizada, se siente segura y está feliz –dijeron siempre en su entorno–, el programa sale con fritas.
El caso de Paula Chaves es distinto. No tiene que ver con las cámaras, sino con los relojes. O más bien con los almanaques: sucede que la segunda temporada de Bake off, el reality de pastelería que Telefe pone el aire los domingos a la noche, se filmó hace unos cuantos meses. Y “hace unos cuantos meses” ella no estaba embarazada. Ahora sí, y ya le asomó una panza hermosa. Por eso, señoras y señores, que no les llame la atención la diferencia entre el programa que ven cuando termina la semana y sus redes sociales.
En la tele la van a observar, digamos, con pantalones o blusas más ajustadas. Y en Instagram, en cambio, descubrirán su hermosa y dulce actualidad de futura mamá. “Trabajo de lo que me gusta, por suerte, y soy muy feliz. Gracias por acompañarme un año más”, destacó ella.
Paula y Pedro Alfonso ya son papás de Olivia y Baltazar. La nena acaba de empezar la escuela primaria, por lo que Paula tuvo que adelantar su regreso de Villa Carlos Paz, donde la familia compartió buena parte de un verano singularmente exitoso. Una noche en el museo, la obra que protagonizó el muchacho de José Mármol, le dio vuelta la historia a Flavio Mendoza (que había picado en punta) y con el correr de las semanas se consolidó como la más vista de la temporada serrana. La diferencia se fue agrandando al punto de que Flavio se bajó de AADET, la entidad que hace públicas las taquillas teatrales.
Después de tener la parejita, la cuenta será desnivelada en favor de las “chancles”: Paula lleva en su vientre a una nena, que ya tiene nombre. En el Registro Civil, la segunda hija de la pareja será anotada como Filipa. “Con una pe y sin nada raro, para hacérsela más fácil cuando de grande tenga que decir cómo se llama”, explicó él en uno de los últimos reportajes que dio.
Paula, mientras tanto, disfruta. Se la ve contenta. Feliz. Dichosa. Transitando algunos síntomas propios del embarazo, claro, pero que con el correr de los meses van perdiendo intensidad. La modelo, actriz y ahora conductora aprovechó el Día Internacional de la Mujer para postear una foto junto a sus dos hijas en su cuenta personal de Instagram.
“Feliz día para nosotras tres… y para todas las mujeres hermosas… Búsquense, hagan círculo de mujer, conténganse, busquen ayuda entre ustedes. Nada mejor… ¡Nos tenemos!” En la foto se la ve plena, llena de amor, luminosa y alegre, aferrada con todas sus fuerzas a sus niñas. Acá sí que se terminan las discusiones: no hay cámara ni ocho cuartos que sirvan para achicar semejante demostración de afecto.
