Podría establecerse una frase, una máxima, una definición: "si la pasás mal en la fiesta de bodas vas a tener un matrimonio duradero y capaz de sortear cualquier obstáculo". Podría firmarlo Yanina Latorre. La panelista reconoció en LAM que su casamiento fue un desastre -y encima por un motivo insólito- y casi 30 años después sigue con Diego a pesar de "todo" lo que les pasó en el medio.
Fue el ex futbolista, precisamente, el que le dio el pie para que le contara lo que sucedió esa noche. Lo hizo para defenderse de las acusaciones de amargo -que admitió como ciertas- porque no le gusta bailar. "Y bueno, me cuesta, es verdad. No me gusta, pero por eso no me tienen que criticar. Además, habría que preguntarle a Yanina qué pasó en nuestra noche de bodas, a ver si se acuerda", contraatacó.
"Sí..... ¡Me la pasé vomitando!", rememoró ella, y enseguida relató lo que había sucedido, y por qué. El motivo fue de lo más curioso que se haya escuchado en mucho tiempo, aunque en la farándula ya nada sorprende. "Yo no tenía nada de tetas. Nada. Era muy flaquita y muy tablita. Entonces me las hice, que es la única operación que tengo. Y claro, las quería lucir", aseguró Yanina.
"No tenía nada de tetas y era flaquita. Me hice las lolas y me mandé a hacer un vestido super escotado para lucirlas, pero era tan chico que no dejaba pasar la comida y cuando me puse a bailar no paré de vomitar".
"Entonces me mandé a hacer un vestido muy escotado, muy a lo Andrea Taboada, para que se viera bien lo que tenía ahora. Yo quería mostrar todo. Entonces el vestido terminó siendo un problema, porque como era delgadita me quedó muy muy muy apretado", agregó la panelista ante la mirada sorprendida de Angel de Brito, quien aún no definió su futuro laboral luego de anunciar el final de LAM, y la sonrisa cómplice de su marido.
"La iba llevando hasta que llegó el momento de bailar. Claro, había comido y todo lo que había comido no me pasaba porque en el vestido estaba encorsetada. Entonces estuve todo el tiempo bilando-yendo a vomitar, bailando-yendo a vomitar. Así toda la noche. Lo sufrí, pero me dio el gusto. Hice lo que quise", destacó Yanina sin perder nunca el estilo ni la forma.
Cuando sí se vio a una Yanina diferente fue cuando Pía Shaw le pidió a Diego que contara qué es lo mejor de su esposa. Ahí no se aguantó y se puso a llorar mientras su marido decía "todo, porque ella es todo lo que uno puede esperar de una mujer. Es una gran compañera que me acompañó y me bancó siempre, hasta en los peores momentos, y es una gran mujer, sobre todo auténtica y muy real. Nunca se guarda y también es muy divertida". ¡Alguno habrá disfrutado de verla derramar las lágrimas!
