Mirtha Legrand no puso el emoji de la carita con las lagrimas que se caen como catarata por los costados ni el del rostro que es recorrido por una gota de llanto. No. Directamente le dijo a Pía Shaw, en un chat de WhatsApp ue mantuvieron de madrugada, que lo que le había dicho la había hecho llorar.
Los audios de Pía para que la diva se serenara no fueron muy efectivos. Según lo que contó la propia periodista en LAM, el programa del que es una nueva angelita, Mirtha estaba muy decaída.
¿Que dijo Pía para que La Legrand se pusiera tan mal? Sencillo: le contó que la propiedad de Villa Cañás donde pasó sus primeros años de vida estaba a la venta, y que para aumentar su valor comercial se la promocionaba como "La casa de Mirtha Legrand".
Mirtha nació hace 94 en Villa cañas, una pequeña localidad del interior santafesino. En plena pampa húmeda, entre plantaciones de trigo y maiz y de inmensos praderíos donde se alimentaba el ganado, Mirtha creció junto a sus hermanos Josecito y Goldie, a quienes perdió en los últimos años.
Lúcida y aggiornada a la tecnologías dominantes en estos tiempos, Mirtha navega y chatea hasta altas horas de la madrugada. Ayer se fue a dormir abatida después de que la periodista, que viene de protagonizar un impensado cruce con su amigo Luis Ventura, le diera la ingrata noticia.
"Esto es muy doloroso. Que se mencione el apellido para una cosa así. Villa Cañás me trae muchos recuerdos, de mis hermanos, cuyas perdidas aún lamento. El primero de mayo se va a cumplir un año de la partida de mi querida Goldie" le escribió Mirtha, quien además le contó que "en este momento no estoy tranquila, estoy llorando".
Otro dato curioso lo aportó Maite Peñoñori, quien sorprendió al revelar que Mirtha le había mandado mensajes "hasta las 3:30 de la madrugada". "¿A esa hora está despierta?" se preguntó, asombrado, el conductor Angel de Brito.