Invitada a PH, Podemos Hablar, Pía Slapka conmovió a todos cuando dio un paso adelante ante la pregunta que hizo Andy Kusnetzoff sobre quién había pasado hambre alguna vez, y parada sobre el punto de encuentro se refirió a su infancia donde confesó que la pasó bastante mal porque no tuvo para comer.
"Cuando se hablan de estos temas es como que a mí automáticamente me sale llorar porque son heridas que quedan más allá de que uno después evoluciona y trabaja. Heridas profundas. En mi caso tengo recuerdos muy muy profundos de abrir la heladera de mi casa y que no haya nada, que esté vacía”, arrancó la modelo.
Y siguió al aire con su relato: “Tengo recuerdos de ir al colegio y volver a mi casa diciéndole a mis amigas que me había olvidado el almuerzo. Volvía a mi casa y agarraba lo que había. Era raro porque tampoco es que vivía en una casa que decís en esta casa no hay comida”.
"Tengo recuerdos muy muy profundos de ir a la heladera de mi casa y que no haya nada, que esté vacía", recordó la modelo.
En cuanto al vínculo familiar, Pía también explicó que, por aquel entonces, sus padres convivían bajo el mismo techo, pero ya estaban separados y agregó: “Fueron varios años de estar mal. Mis papás vivían en la casa separados y yo me imagino, porque ya no vive ninguno de los dos, que la mala relación entre ellos hizo que se desatendieran un montón de cuestiones de mi casa, una de ellas la alimentación”.
La crisis matrimonial también repercutió en la parte económica donde Slapka manifestó: “Obviamente hubo falta de ingresos en muchos momentos... Lloro porque evidentemente son heridas que quedan, que gracias a Dios hoy con mucho trabajo y esfuerzo mi realidad es totalmente distinta. Hoy que soy mamá me doy cuenta, la atención que los niños necesitan”.
"Son heridas que te marcan y yo hoy cuando voy al supermercado y puedo comprar o abro la heladera y miro, es como que lo agradezco y valoro mucho", concluyó Pía.
Como madre de dos niños, hoy a Pía le toca estar del lado que alguna vez estuvieron sus padres y sostiene: “Necesitan que te maternen, que te paternen, que te den cariño... Por supuesto que la comida es fundamental, pero digo, la falta de comida en mi caso en particular, era una falta de desatención en un punto. Gracias a mi profesión salí adelante sola”.
Finalmente, la modelo recordó cómo ayudó a su mamá: “Le dije que tenía que salir de esa situación y gracias a mi trabajo nos separamos, mi mamá pudo salir de esa casa donde había violencia verbal, pero tampoco me pongo del lado de mi mamá, era una cosa de ellos. Pero son heridas que te marcan y yo hoy cuando voy al supermercado y puedo comprar o abro la heladera y miro, es como que lo agradezco y valoro mucho. Me siento una privilegiada".
