Marina Calabró hizo una picante “lectura” de los cambios que sufrirá la pantalla de América por el desembarco del nuevo programa de Pamela David. Desde el próximo lunes, el canal de Palermo incorporará un ciclo de juegos que movió el horario de la mayoría de los vivos.
El 13 arranca La ruleta de tus sueños, y Marina no ve con buenos ojos los ajustes que se hizo en la programación a fin de que debute el nuevo desafío, en la segunda tarde de la pantalla. En Lanata sin filtro, por Radio Mitre, Calabró detalló las modificaciones que se harán y qué le generan.
“¡Qué dudoso todo esto! ¡Porque los mueven a todos ! -comenzó diciendo la periodista- ¿No es un riesgo cambiar a todos de horario? Menos a Laje, el resto sufre modificaciones. A ‘Es por Ahí’ le sacan media hora, va a terminar a las 13. ‘Intrusos’ se adelanta, por lo que terminará a las 15:30”, comenzó Marina, que estuvo ausente unos días del programa.
“A Karina Mazzocco no solo le sacan media hora sino que también le cambian el horario, irá de 15:30 a 17; horario en el que va a empezar el noticiero más tempranero de la historia de la televisión argentina, y termina 18:15 ¡Parece el tren Roca esto! ¡No sé! ¡Vamos a merendar con Graña!”, ironizó Calabró.
“Hay que anotar porque hay que recordar estos horarios, después de 18:15 a 19:45 queda ‘Polémica en el Bar’, que por el horario más que un bar va a ser una casa de té… ¡es rarísimo! Y de 19:45 a 21 llega el programa nuevo de Pamela David ¡Porque todo esto para acomodar a Pamela! ¡Pero quedó medio enchastrado! Después de 21 a 22:30 Jey, a continuación ‘Intratables’ hasta 23:45 y cierran los especiales de ‘Intrusos’”, agregó Marina, enemistada con Jorge Rial luego del final de TV Nostra.
“Esto es hasta hoy, grilla oficial. A mí me da mala espina que muevan a todos…me parece que uno puede hacer un reajuste de programación…pero si terminás afectando casi de apertura a cierre de programación ¡Para mí es muy riesgoso! Porque obligás a todo el público a acostumbrarse a otros horarios ¡Les deseamos lo mejor, pero por las dudas, me persigno!”, terminó Calabró, con picardía.
