Las luces lo iluminan rabiosamente y sobre sus hombros se posa una severa atención. Leopoldo Luque camina por horas de muchas incógnitas, al punto que la Justicia lo convirtió en el primero, y único, imputado en la causa de averiguación de causales de muerte de Diego Maradona.
Incluso, el neurocirujano experimentó la siempre incómoda acción de ser allanado por un operativo grande, que llegó a sesenta oficiales, en su hogar en Adrogué y su consultorio en Belgrano. Así, peinaron sus propiedad y secuestraron una enorme cantidad de documentaciones y dispositivos electrónicos, como computadoras y celulares.
La fiscalía a cargo de la investigación pretende determinar si existió mala praxis, abandona de persona o negligencia. De hecho, podría verse inculpado por homicidio culposo. Claro que la intención de esclarecer cómo murió el astro tiene en vilo al planeta, aunque la autopsia reveló que falleció por causas naturales.
"Tras la operación se podría haber ido cuando quisiera, si ya estaba bien, hay videos en los que está bien, que todavía salieron, pero ya van a salir", reveló Luque.
En definitiva, las aguas se dividieron en torno a Luque, una enorme porción lo signa como un responsable directo, aunque intervinieron decenas de seres queridos, obra social y familiares para decidir la recuperación de la operación quirúrgica de Diego en la casa del barrio cerrado San Andrés, de Benavídez.
Leopoldo habló en su hogar, rodeado de medios y en el entorno de su propio patio. Ahí respondió a las consultas y a esa sensación que era el encargado de la “internación domiciliaria”. En esa especie de careo, el neurocirujano develó que dispone de videos que ratifican su postura sobre el buen estado de Maradona al salir de la clínica Olivos, tras la operación del hematoma subdural de la cabeza.
En relación con esa circunstancia, el médico narró: “Yo no puedo obligar a un paciente a internarlo en un manicomio si no tengo un criterio psiquiátrico. No puedo llevarlo a un centro de rehabilitación si el paciente no quiere”.
Hasta que lanzó esa concepción en la que asegura disponer de pruebas, o material para respaldar su verdad. “Cuando se da de alta el paciente se podría haber ido cuando quisiera en esas condiciones, si ya estaba bien, hay videos en los que está bien, que todavía no van a salir, pero ya van a salir”.