Desde hace ya varios años, Ariel Rodríguez Palacios se transformó en uno de los cocineros más reconocidos de la televisión argentina. Con su particular carácter, su forma de desenvolverse y un carisma de pocos, logró meterse en los hogares de todos y ya es un clásico.
Consagrado en los mediodías de la TV con su programa 'Ariel en su salsa', más allá de su perfil mediático Rodríguez Palacios también tiene un costado menos conocido: su vida privada, el cual pocas veces se ha tratado y en el que prácticamente se sabe poco y nada. “Ella es muy celosa y no quiere abrir las puertas porque no sabe que volverá”, dicen.
El chef está casado desde hace más de treinta años con su pareja de toda la vida: Valeria Palazzo. Él tenía 25 años cuando contrajo matrimonio con ella, en 1992, y desde entonces se convertirían en fieles compañeros de siempre, transitando juntos la vida y teniendo juntos a cuatro hijos.
A través de diferentes apariciones o mismo algunos comentarios en sus programas, Ariel ha dado a conocer diferentes aspectos de su vida privada y es por eso conocemos a varios de sus hijos: Gaspar, Felipe (que lo acompaña varias veces en la TV), Máximo y Lourdes.
Por su parte, Valeria es de bajo perfil. De hecho, la mujer no utiliza las redes sociales, aunque es reconocida porque su esposo la ha nombrado en sus programas. Por lo pronto, su hijo Felipe es el único que le sigue los pasos en la cocina y la televisión.
Tal es el grado de timidez de la esposa de Rodríguez Palacios que solamente se la puede ver ocasionalmente en algunas de las fotografías que comparte el cocinero con sus miles de seguidores y fanáticos. Lo que es evidente es su marcada belleza y el compañerismo que la pareja tiene.
Ariel la menciona en diferentes oportunidades dentro de su formato de Telefe, y una de las más desopilantes anécdotas que se relacionan con Valeria es que una vez intentó cocinar un pollo al horno pero, al parecer, estaba tan falta de práctica que se olvidó de que tenía que sacarle la bolsa con menudos de adentro. Por supuesto, el plato no se pudo comer.
Son muchas y muy largas las horas fuera de su casa, viajes y compromisos relacionados con la cocina. Eso le permitió disfrutar de su éxito conduciendo su propio programa. Todo eso, lo consiguió gracias al sostén que significa para Valeria para el chef.
