La China Suárez tiene la guerra declarada por Isabel Luco Morandé, su ex suegra, con quien fueron familia durante muchos años, mientras María Eugenia fue pareja de Benjamín Vicuña. A tres meses de la separación entre los actores, es la mamá de Benjamín quien “tomó las riendas” de las finanzas que incluirá la división de bienes.
Porque si bien Suárez y Vicuña no llegaron a casarse, tienen dos hijos en común -Magnolia y Amancio- y al chileno le corresponde pagar su manutención para los chiquitos. Pero como todo lo que tiene que ver con los números y el dinero familiar lo maneja Isabel y la señora está “odiada” con la China no solo por la separación sino por el estilo poco conservador de María Eugenia, eso es una de las grandes ˝trabas” para llegar a un acuerdo.
En Intrusos en el espectáculo, en las tardes de América, contaron los detalles del intento de arreglo económico que tienen por estos días y que incluye el asesoramiento no de un abogado… sino de tres. Y, como si fuese poco, para Isabel el enterarse del pedido que le hizo la China a Wanda Nara después del escándalo a Icardi, no le cayó nada bien.
"En esta suerte de división de bienes, porque no llegaron a casarse, pero tienen dos niños en común, la madre de Benjamín ya tomó cartas en el asunto con tres abogados para armar bien todo el tema de la división, la casa, cuál será la cuota alimentaria que le dará para los niños", comenzó Paula Varela, panelista del programa.
"Nunca le terminó de caer bien. Pasa que en chile son muy conservadores, la madre de Benjamín es extremadamente conservadora y amaba a Pampita", agregó Paula, detallando la interna familiar.
"Obvio que la señora ama a sus nietos, pero está bastante firme con el tema legal", continuó Varela. "En la madre de Vicuña todo este escándalo mediático no cayó nada bien y le estaría queriendo recortar la cuota alimentaria que le da por sus hijos. Es una cuota en petrodólares", contó Paula, luego de que Suárez muestre las viandas veganas que le da a sus hijos.