Romina Uhrig fue una de las participantes más amadas y odiadas de Gran Hermano. Después de su pelea con Alfa, su perfil cambió en la casa y el afuera decidió no apoyarla más. Después de sus peleas con Camila otra de las cosas que generó repudio, fue su posesión hacia Caramelo uno de los perritos bebe que había ingresado en la casa.
Sin darse cuenta apenas ingreso el pequeño expresó que se lo “iba a llevar a su casa” y se lo adjudicó como propio. En ese momento, nadie le llevó la contra, pero la decisión fue mal vista en redes sociales. Incluso, porque hasta dentro de la casa, poca atención le daba y no se la veía muy compinche como a Mora y a Marcos o al mismo Nacho con Caramelo.
Esta situación se la hizo recordar el público en plena final del certamen mientras se encontraba hablando con Santiago del Moro. El conductor le consultó qué le había dejado su estadía en la casa y ella respondió: “Más allá de que todos tenemos diferencias, me llevo un poquito de cada uno. Me llevo dos amigas. Es muy fuerte ver todo esto. Momentos de alegrías, de tristezas, llantos", repasó.
Finalmente concluyó: “Me llevó a Caramelo” y se escuchó un reclamo del público presente que parecía abuchearla debido a que se confirmó que ya adoptó al perrito.
En medio de los gritos, intentó terminar con la idea: "Yo estoy muy agradecida con la producción, con todos ustedes por esta oportunidad enorme. Fue una experiencia divina".
LA EMOCIÓN DE MARCOS GINOCCHIO TRAS CERRAR LA PUERTA DE LA CASA DE GRAN HERMANO
En la noche de este lunes 27 de marzo se vivió la gran final de Gran Hermano. Marcos Ginocchio ganó con el 70,83% de los votos, seguido por Nacho Castañares, con el 29,17% y por detrás el 19,66 % para Julieta Poggio.
El miembro en el que Marcos, dejó atrás la casa y vio módulo a módulo como se iban apagando las luces, tanto como la despedida de Gran Hermano, fueron considerados uno de los momentos más emocionantes de la historia del reality.
