El partido se jugó en la Bombonera, el mítico estadio de Brandsen y Del Valle Iberlucea, el 8 de abril de 2001. Todavía se lo recuerda como el día en el que Juan Román Riquleme estrenó el festejo de gol "Del Topo Gigio" y como la vez que Boca le dio un lindo peludo a River y lo boleteó 3-0 en un superclásico que no tuvo muchas equivalencias.
Al lado de la crónica deportiva se escribió una policial: tras aquel encuentro hubo serios enfrentamientos entre la policía y el público millonario. Las consecuencias fueron graves: un hincha de River perdió un ojo. 19 años después, ese mismo simpatizante sufrió otra pérdida: por protagonizar escenas sexuales en plena sesión de la cámara de Diputados renunció a su cargo de legislador nacional. Sí, era Juan Ameri.
Cuenta la leyenda, entre otras cosas, que tras sufrir la aplastante derrota el público visitante descargó su furia por las calles de La Boca. Según algunos memoriosos, Adrián Rousseau, en aquel entonces uno de los jefes de "Los Borrachos del tablón", el nombre con el que se conoce a la barra de River, "noqueó" a un caballo de la montada de un tremendo puñetazo. En medio de la gresca que se generalizó por la represión policial, una bala de goma impactó de lleno en el rostro de Ameri. A pesar de los esfuerzos de los médicos, no le pudieron salvar un ojo.
Nunca se supo si Ameri formaba parte de la barra, pero sí que un tiempo después del incidente fue nombrado miembro del departamento de marketing de la entidad de Nuñez por el presidente de aquel entonces, David Pintado. Se desempeñó en esa función y cobró su salario hasta que decidió radicarse en Salta, donde hizo carrera política.
El resto es historia conocida: por una extraña parábola de las cuestiones electorales (era candidato suplente e ingresó a la cámara porque los dos que lo antecedían pasaron a ocupar otras funciones) llegó a la Cámara de diputados a pesar de las denuncias que le habían hecho por supuestos hechos de violencia de género y de acoso.
En la sesión virtual de ayer, Ameri protagonizó el escándalo del 2020: como si hubiera olvidado que la "camarita" estaba prendida, comenzó un juego sexual con su pareja, Celeste Burgos, en el que luego de algunos manoseos le dio un beso en los senos. En ese momento estaba en pleno discurso Carlos Heller, quien curiosamente fue vicepresidente de Boca unos años antes del famoso partido del Topo Gigio.
Esa imagen dio la vuelta al mundo, y Ameri, tras ser suspendido por el presidente de la Cámara de diputados, Sergio Massa, presentó la renuncia, que fue aceptada de inmediato por sus colegas.
Ahora, en medio de la pesadumbre y el dolor de encontrarse sin laburo, le queda esperar que River, por lo menos, le siga dando alegrías después de que Marcelo Gallardo torciera el rumbo de los enfrentamientos con su clásico rival.
