La atención desmedida de los medios, esa persecución por hurgar en detalles, en las entrañas de una decisión personal, ha trastocado el semblante de Jorge Rial, que ahora oficia de personaje auscultado cuando históricamente actuó como vehículo de las intimidades de los famosos.
El divorcio de Romina Pereiro activó un interés descomunal en el plano personal del creador de Intrusos, que en esta marejada adoptó una postura peculiar, que se vincula con direccionar la bronca por las teorías de nuevos romances que se le adjudicaron a terceros.
En esa búsqueda de los cronistas y el tratamiento de todos los programas, Rial explotó una bomba contra un amigo, al menos un viejo conocido con quien caminó la ruta a la par. El conductor estalló de indignación por los datos que vertieron Adrián Pallares y Rodrigo Lussich en su debut en Socios del espectáculo.
"Me extraña que Lussich y Pallares se sumen a esta mentira", exclamó Jorge en su programa de Radio 10, motorizado en la indignación que sintió por la búsqueda del ciclo nuevo de eltrece de consultarle a Romina sobre la versión de un affaire con Alejandra Quevedo.
No obstante, Rial pisó el acelerador, le puso nafta al fuego y decidió “amenazar” a Pallares con un carpetazo, con una especie de información calificada que dispone en su haber y que lo deja muy mal parado. “Está bien que hablen de mi nuevo amor, que no existe. Yo voy a amar el nuevo amor de Adrián Pallares, que hace tiempo lo tiene, no es nuevo, y es clandestino... Se encontraban a la vuelta del canal", bramó.
Y finalmente, como si todo eso fuese poco, Jorge agregó más sustento controversial al asegurar que en su manga dispone de pruebas comprometedoras contra Adrián. “Hay chats y testigos de cuando estacionaba a la vuelta del canal", gritó el conductor.