Flor Vigna nada en aguas placenteras, con la calidez de una sorpresa del destino, que le deparó una llamarada de amor, un ciclón de sentimientos para caer en el encantamiento de Luciano Castro. Una pareja que no se encontraba en el radar.
La sorpresa ya se alejó en el espejo retrovisor de la opinión pública. Ahora, el foco se centra en los diferentes pasos que dan mancomunadamente, como ese ensamble con Sabrina Rojas y el Tucu López. O las vacaciones en conjunto o los planes a futuro.
Justamente, al divisar una solidez notoria en el vínculo, ya llegó al imaginario colectivo la sensación de apostar por construir una familia. Por eso, Flor tuvo que responder a las consultas respecto a su pensamiento al respecto, a sus deseos de ser mamá con Castro.
Así, Vigna exteriorizó su postura ante la posibilidad de quedar embarazada de Luciano y no le cerró las puertas. “Yo le pido a la vida que por favor aguante un cacho, porque estoy sacando mi música, empezando a autogestionar y producir todos mis proyectos, sé que necesito tiempo”, confesó.
Para profundizar en un escenario plausible para concretar ese sueño, la cantante sostuvo: “Me enternece mucho. En tres, cinco años podría ser”. Con esas palabras aclaró que no le disgusta para nada la idea y que incluso le genera sentimientos muy emotivos.
En ese raid de revelaciones de una maduración, de una perspectiva diferente en su modo de afrontar la vida, Flor añadió: “Yo nunca me enamoré de alguien con hijos y siento que la vida me quiere enseñar algo. Yo venía tan loca de laburo y tan exigente y toda la parte familiar me conecta con algo que es un re disfrute de vida, es un cable a tierra”.