Hay programas que marcan una época, que trascienden el paso del tiempo y que se alojan en un recoveco del corazón de millones. En ese grupo selecto se encuentra Jugate Conmigo, un ciclo novedoso para la década del 90, que mezclaba el entretenimiento, con la música y muchos adolescentes que se iniciaban en la industria. De la mano de la siempre innovadora Cris Morena, ahí brilló Andy Botana (47 años), uno de los que más suspiros robaba.
Aquel rubio de ojos celestes, pelo ensortijado, no pasó desapercibido con su estilo. Después siguió ligado al mundo del espectáculo en tiras como Quereme, 90-60-90, Mi Cuñado, Amigovios y Sorpresa y media. Pero algo cambió en su interior, de aquel debut en 1991 en Jugate a tomar la decisión de alejarse del medio en 1997, con apenas 25 años.
Nunca más retornó a la senda de la exposición y eligió un camino de estudio en marketing. Paparazzi lo rastreó para conocer su presente, sus motivaciones y el recuerdo de ese ciclo mágico de Telefé.
Ante la consulta de los argumentos que lo empujaron a correrse de la pantalla chica, Andy contó: “Decidí no continuar mas con la tele, sentía que no encajaba en el ambiente y no me sentía satisfecho. Elegí estudiar y trabajar de una carrera.. Al principio fue bastante duro hasta que me logré adaptar. Siempre trabajé en relación de dependencia en marketing y comercialización, de varias empresas de distintos rubros”.
SENTÍA QUE NO ENCAJABA EN EL AMBIENTE Y NO ME HALLABA SATISFECHO
Inmerso en el recuerdo de las épocas de fama, furor y visibilidad, el rubio develó algunas de las consecuencias de todo ese boom. “Nuestro mayor momento de fama fue bastante complicado. Era difícil moverse sin que te pidan un autógrafo, foto, beso. Yo entendía la situación, pero no me sentía muy a gusto con eso. Nunca me voy a olvidar lo que nos dijo Yankelevich el primer día de Jugate: `La fama dura como un peso en un canasto, nunca se sabe, así que disfruten y no se la crean’”, expresó el padre de Serena (17) y Bianca (12).
EL MOMENTO DE MAYOR FAMA FUE COMPLICADO, ERA DIFÍCIL MOVERSE SIN QUE TE PIDAN UN AUTÓGRAFO O UN BESO
Una vez que identificó su norte en el marketing, y haber desarrollado muchos años en organizaciones, Andy persiguió el deseo de activar un emprendimiento propio y lo transmutò en realidad. “Hace cuatro años tuve la suerte de conocer a mi actual socio y juntos fundamos mi actual empresa. Se llama Oficia Workplaces, un estudio de arquitectura comercial donde diseñamos y desarrollamos espacios de trabajos, oficinas y locales comerciales. Estamos en camino de lanzar una línea de mobiliario propia”, detalló con mucho orgullo el esposo de Laura, con quien se casó en 2002.
A pesar de correrse del medio hace muchos años, Andy suele toparse con admiradores o fanáticos de aquellos días, y no le molesta. “A medida que me fui alejando de la tele, ese acoso, se fue atenuando. Hoy no son muchos los que me reconocen, siempre hay uno que me recuerda, pero son pocos. Lo que me pasa muy seguido es que la gente me ve cara conocida pero no sabe de donde. Entonces comienzan ‘yo te conozco de algún lado’, hasta que caen y se acuerdan. No me fastidia para nada, no reniego de mi pasado”.
Así se desarrolló ese joven fachero, el de la sonrisa cautivadora, que conquistó miles de corazones en Jugate Conmigo.