Mariana Petracca irrumpió con su desfachatez, empatía y verborragia en Cuestión de Peso, en 2006. Con muchos de sus atributos se erigió en una de las preferidas por el público. Además de cumplir con su objetivo de aprender sobre el cuidado alimenticio, la morocha emprendió una muy sana visibilidad de las personas con sobrepeso.
Tras emigrar del ciclo de Canal 13, Mariana se calzó al hombro la causa, caminó la calle y peleó con uñas y dientes. De hecho, se convirtió en una referente para la ley de talles, explicó una y mil veces las afecciones anímicas que producen las marcas y el estereotipo de belleza.
Paparazzi rastreó a la humorista, y también creadora de una línea de indumentaria de talles reales, para adentrase en su actualidad y recordar sus pasos más mediáticos.
En cuanto sus anhelos al anotarse en el reality, Petracca describió: “Entre con el fin de bajar de peso y además como una manera de ingresar a los medios. Mi peso máximo fue de 125 kilos y entré al programa con 117. Y logré bajar 45 en total”. En cuanto al presente, Mariana detalló: “Hoy 14 años después tengo unos 10 kilos arriba, pero me siento muy bien y saludable”.
Hoy tengo unos kilitos de más, pero me siento saludable
Multifacética, enérgica, la morocha nunca se detuvo ante los obstáculos y siempre fue por más. Por eso, en los últimos años se sumergió en las mieles del teatro, así como en la magia de la radio. “Estoy haciendo un programa en Radio APTRA que se llama humor a la Petracca, como mi unipersonal. Siempre estoy en movimiento”.
Peleando contra todo porque el tema de la obesidad es para siempre
Claro que la causa de concientizar a la sociedad permanece latente en la vida de Mariana. “Sigo ligada a lo que tenga que ver con la alimentación, el amor propio, peleando contra todo porque el tema de la obesidad es para siempre”, exteriorizó.
En lo personal
Mariana luce una sonrisa en cada foto de sus redes sociales, en cada aparición delante de una cámara. Su personalidad brota por los poros. Pero también conoce de las espinas en su camino. “Hace cuatro años perdí a mi marido, que murió de una ACV”, contó con mucha entereza.
La vida me regaló otra oportunidad y me volví a enamorar
El destino le deparó otra oportunidad y hace un tiempo compartió en sus plataformas digitales a su nuevo compañero de ruta. “La vida me regaló una segunda chance y ahora estoy de novia. Me volví a enamorar. Estoy contenta”, sostuvo.
Claro que las consecuencias de la pandemia también la salpican, dado que su marca de ropa implica una gran solución para sus clientes, pero también una responsabilidad. “Estoy atravesando este momento difícil laboralmente al tener empleados, pero pasándola”.
