Transitó por polémicas, por horas y horas de televisación de la ruptura de su matrimonio, acusó a su exesposo, estuvo en el foco de la tormenta y finalmente se alejó del ruido mediático. Silvia D’Auro alcanzó la notoriedad por compartir la vida durante más de veinte años con Jorge Rial y continúa latente en diversas ironías o recuerdos que lanza el conductor al aire.
La madre, adoptiva, de Morena y Rocío Rial decidió modificar su cotidianidad radicalmente, después de muchos años de mantenerse en el tapete con toda la traumática separación del periodista. Incluso, Silvia instaló en los medios maniobras espurias del comunicador, con amenazas de exhibir material que tenía en su poder que comprometía a Rial.
Además, D’Auro también experimentó dificultades en las redes sociales, y los portales, por dardos muy fuertes que emanó More, quien en diversas ocasiones aseguró que no tiene mamá, que está bien sin cultivar un vínculo con Silvia y en ese sentido designó como figura materna a Loly Antoniale, en el pasado, o ahora a Jackie Patoka.
La exmujer de Rial ya entregó indicios de un acercamiento al mundo espiritual para perdonarse y perdonar al comunicador, así como vociferó que sus hijas son libres de acudir a ella, sin forzar ningún lazo. Aunque en ocasiones Morena advirtió que era víctima de un maltrato verbal de parte de Silvia, a quien tildó de culpable de padecimientos emocionales.
Lo cierto es que D’Auro ahora optó por instalarse en San Martín de los Andes, la bella ciudad patagónica, donde encuentra paz para vivir con tranquilidad. No es azarosa la elección de ese terruño, dado que sus padres son oriundos de esa localidad y muchos integrantes de su familia residen en ese paraíso. Así que ese entorno natural precioso se convirtió en su hogar. A tal punto que decidió abrir una radio online, que montó con mucho ahínco y que la mantiene ocupada.
Igualmente, la ex de Rial no se olvidó de las luces porteñas, por eso en este año regresó a Capital Federal a trabajar y abrió una oficina en el coqueto barrio de Palermo, donde se desarrolla en el mundo de la publicidad. Un ámbito que conoce de su desempeño en las relaciones comerciales de los productos de su exesposo, con el cual armaron una sociedad a tales fines. De esta manera, Silvia aprovecha los contactos edificados con canales como El Nueve y diversas emisoras radiales.
La empresaria, que se separó a fines de noviembre de 2011 luego de más de veinte años de relación, consiguió una división de bienes importante, que consideran rondaría los 8 millones de dólares. Por eso, en diversas ocasiones Jorge contó al aire que hoy tendría un patrimonio mucho mayor si no fuese por el divorcio, hasta llegó a decir: “Hoy tendría un avión privado si no me hubiese separado”.
La relación con el comunicador es nula, no se hablan, aunque develan que los últimos contactos se remitieron a una queja de Silvia por el regalo de una camioneta millonaria a Rocío y que Rial cortó de cuajo con una respuesta dura: “¿Para qué se mete si nunca estuvo?”.
En cuanto a su lazo maternal, D’Auro intentó recomponer su comunicación con Morena durante 2019, algo que no llegó a buen puerto porque la influencer se negó rotundamente y todo culminó en muy malos términos.
A la hora de su corazón, Silvia pudo reecontrarse con el amor y atraviesa por un noviazgo con un hombre de la Patagonia, que se llama Sergio "Chupete" Herrero, un dirigente político local y aseguran que disfrutan de las mieles de un romance sólido.