Hace unas semanas, Oriana Sabatini y Paulo Dybala se casaron después de seis años de relación. En un gran festejo de la cantante y el futbolista, con más de 300 invitados, se celebró en el Haras Dok de Pilar, en la provincia de Buenos Aires. En ese marco, la periodista Mariana Brey reveló un tremendo dato sobre la familia de la flamante esposa del deportista.
Resulta que la famosa boda dio para que explotara en los medios la tremenda interna de la familia Sabatini, cuando salió a la luz el enfrentamiento que hay entre Gabriela y Ova. Todo comenzó cuando en papá de Oriana confirmó que su hermana no iba a estar presente en la boda de su sobrina.
“No me gusta, pero entiendo cómo es esto y sabía que iba a pasar. De verdad, no quiero hablar del tema. Sí, les voy a decir que no va a venir. Para mí es un tema muy, muy triste y me quiero enfocar en la felicidad. Tengo que aceptar el hecho y seguir adelante”, confesó Ova en diálogo con el programa de El Trece, ‘Socios del Espectáculo’.
Fue en todo ese contexto que la panelista Mariana Brey contó un dato clave sobre la interna de los hermanos: "A Ova se lo notó muy dolido, no sólo por la muerte de su madre, e hizo referencia a esto, en la telefónica que tuvo acá".
"Sino que además cuando habló del tema de su hermana dijo que le dolía mucho. Ahora, uno de los conflictos puntuales que ha dividió a estos hermanos tiene que ver con la relación con la madre", explicó.
"Tiene que ver con esta mamá que estuvo durante mucho tiempo muy enferma, de la que se ha hecho más cargo Ova que Gabriela, obviamente, por una cuestión de distancia. No por otro motivo", agregó.
"En su momento , cuando Gabriela decide irse a vivir a afuera, ella había querido llevarse a su mamá pero las personas grandes están acostumbradas a una determinada vida y por eso la madre decidió no ir", cerró Brey.
Hoy la cosa no luce mucho mejor. Mientras Dybala apunta a irse a jugar al fútbol de Arabia y Oriana a estar más lejos aún de los suyos, Gabriela sigue en su firme postura y no volvió a hablar con su hermano. “Ova no piensa hacer nada. El dolor que tiene en el alma no lo deja”, cerró Brey.