Con una polémica de la que todavía se sigue hablando, Bake Off salió al aire por última vez la noche del domingo 5 de julio. Salvo ese tramo final donde Samanta Casais fue descalificada y Damian Basile consagrado campeón y dueño de los 600.000 pesos de premio, todo el resto -18 programas- fue grabado para esta época del año pasado.
Entonces, la pregunta surgió por sí sola. ¿Qué es de la vida, en estos momentos, de los 14 participantes del realitie? ¿Qué fue de aquellos que llegaron siendo absolutamente anónimos a la quinta de Pilar donde se grabó el certamen y se fueron, en muchos casos, siendo famosos, o queridos, o populares, o discutidos?
Paparazzi reconstruyó las 14 historias y se encontró, en muchos casos, con muchos de ellos dedicados a la gastronomía. En especial, por supuesto, a la pastelería. En base a eso, muchos le hacen frente a la cuarentena.
Damián Basile, el campeón, refaccionó una parte de su vivienda en Rosario, su ciudad, y se dedicó al lanzamiento de "Espacio de a dos", un emprendimiento de enseñanza de técnicas que encaró junto a Agustina Guz, otra de las participantes destacadas.
Finalmente segunda, Samanta Casais pudo descansar tras el aluvión mediático que debió enfrentar en las horas posteriores a la definición. Aún así, anunció que se va a casar. Si todo vuelve a la normalidad, contraerá enlace con Juan Cruz Rechimuzzi el próximo 13 de febrero. Mientras, transcurre la cuarentena con él en un departamento de San Telmo.
Tercera salió Agustina Guz, que sigue viviendo en Ramos Mejía, está re de novia y trabaja con su hermana. Se hizo tiempo para volcar con Damián sus conocimientos y su experiencia en "Espacio de a dos".
La otra Agustina del certamen, Agustina Fontenla, volvió a San Antonio Oeste, su pueblo rionegrino, y por ahora guardó el titulo de abogada para darle rienda suelta a si espíritu creativo para la pastelería. Creo que su propio negocio, el taller de pastelería "Arte y azúcar". Sigue de novia y la nombraron "joven destacada" de la localidad.
Uno de los dos más jóvenes del programa, Angelo Pedrazzoli, espera en Gualeguay, Entre Ríos, que termine la cuarentena para radicarse en Buenos Aires y completar sus estudios de gastronomía. En las redes sociales, cuenta, no sólo le piden tortas y recetas: "me mandan propuestas eróticas y sexuales, no lo puedeo creer", sonríe el Gury.
En Mendoza, Gerardo Domínguez sigue trabajando como empleado en un Instituto de Diagnóstico por imágenes en radiología y vende delantales con la inscripción "te abrazo con mis recetas" y el dibujo de un oso panda. Durante el certamen lo conocieron como "El oso". Se sale de la vaina por viajar, especialmente a Nueva York y Uruguay, sus destinos favoritos, pero debe aguardar que termine la cuarentena, como todos.
Jugadora de fútbol que espera el final del aislamiento para sacarse las ganas de patear una pelota en Yerba Buena, Carolina Tanoni lidera "La Tucu Express", un "programa" por el que da recetas en las redes sociales. Quiere dar clases, sigue estudiando para ser maestra de educación especial, y encaró un ambicioso proyecto que incluye a un importante estudio de arquitectura de San Miguel de Tucumán, donde vive.
Si se quiere, Sonia Berwanger fue una de las más afectadas por el Covid 19 ya que la actividad con la que se gana la vida es el turismo, absolutamente parada por la pandemia. Ex directora del área en Virasoro, Corrientes, últimamente trabajó en la Casa de la Provincia en Buenos Aires, donde aguarda novedades y que la rueda vuelva a moverse.
Marcos Perren, el otro chiquilín del grupo, está dedicado a las redes sociales y al streaming, siempre dedicado a su pasión por las tortas. Finalmente le salió la de Boca -cuyo desastroso resultado le valió la eliminación del certamen- empezó a estudiar teatro a distancia y aún no ha presentado compañía afectiva. En 10 días cumplirá 20 años.
Con temperaturas bajo cero a la que está acostumbrada, Martina Di Saia vive en Ushuaia, donde hace tortas. "Son las más ricas de la ciudad" le escriben sus clientes. Como en buena parte de la patagonia, el chocolate es el producto rey en el punto austral más extremo del mundo.
Instalada como siempre en Burzaco, al sur del conurbano, Raquel Szamewick sigue persiguiendo su sueño de dejar su trabajo de empleada administrativa para dedicarse a la cocina, pero el confinamiento y el coronavirus son dos condicionantes de peso en este momento.
"Gebak" se llaman los productos dulces (tartas, brownies, tortas, pastafrolas y demás exquisiteces) que elabora Gabriel Macieras en General Pacheco. La presentación es inmejorable.
A los 64 años, Rita Piacentini de Bazterrica debió extremar los cuidados por ser considerada grupo de riesgo frente al Covid. Vive con su marido y el "eterno confinamiento" le permitió dedicarle mucho tiempo a su gran pasión, la cocina. Sale poco y nada y cada uno de los emprendimientos de sus familiares.
POR EL COVID HACE 4 MESES QUE SALE POCO Y NADA DE SU CASA.Al venezolano Leandro Molcar le cambió la vida por completo: trabajaba en un hostel y ahora se presenta como "creador de Leandro Tortas y Café". Una iniciativa dulce con acento caribeño.