MasterChef vivió una nueva gala de eliminación este domingo 18 de junio y los participantes dejaron todo para tener un lugar en la competencia. Actualmente el ciclo transita instancias finales y un mínimo error los puede dejar afuera de cumplir su gran sueño.
Es por eso que noche a noche tratan de cumplir los desafíos al pie de la letra y están más concentrados que nunca. Se muestran muy individualistas con sus ideas y no dejan que sus compañeros les den consejos. A pesar de eso, hoy uno de ellos debió dejar el certamen y así fue.
Después de una noche muy intensa, el jurado comunicó que los mejores platos fueron de Rodrigo y Estefania. Sin embargo quedaron quedaron en la cuerda floja, como los peores de la noche: Silvana, Antonio, Juan Francisco. Después de salvar a Silvana, la decisión final de quién se iba estuvo entre el guardavidas y el joven salteño.
“Quien abandona las cocinas de MasterChef es Juan Francisco”, indicó Donato. “Me invade mucho la tristeza, pero también la emoción de haber estado acá” confesó inmediatamente el participante. Luego cada uno de los jurados tuvo la oportunidad de despedirse: “Tenés esas ganas, esa vocación que nunca tiene que irse. Sos un gran tipo”, expuso Donato.
“Fue lindo ver lo mucho que evolucionaste y los platos que presentaste en las últimas semanas que fueron brillantes. El balance es súper positivo. Te vamos a extrañar mucho”, agregó Damián.
Finalmente después de invada la emoción en todo el estudio y de que Wanda también se e despidiera de él, entre lágrimas, expresó: “Soy de las personas que piensan que las cosas se viven y se disfrutan y cuando terminan se valoran que se hayan vivido. Y obvio uno va a tener tristeza, pero valoro haber estado acá estos tres meses. Le agradezco a todos y a mi familia. Aprendí que tengo otra pasión Gracias”.
LA MALA ONDA DE ANTONIO HACIA RODOLFO EN MASTERCHEF
Antonio no estuvo de muy buen humor en la gala de eliminación, ya que no quiso recibir comentarios del balcón y sorprendió con su respuesta.
Ya iniciado el tiempo, los competidores tuvieron que realizar un plato con alcauciles, mandolina y carne y Rodolfo como buen compañero, decidió desde el balcón, consultarle qué tenía pensado cocinar para ayudarlo o darle su punto de vista.
“No tengo ganas de hablar”, lanzó mostrando poco interés. Y agregó: “Si yo necesito ayuda les pido”. Luego María Sol manifestó su buena voluntad: “Quisimos ayudarlo, pero nos dijo que ‘no quiere hablar’”.
Fue allí en donde él confesó: “Arranco a cocinar y tengo que ir viendo qué es lo que voy a ir cocinando con cada utensilio”, dejando de tener que lo único que quería era estar concentrado para no fallar.