La ternura explotó al máximo en Gran Hermano por esos peluditos, que generaron una empatía descomunal con el público, tal vez mucho mayor a la originada con cualquiera de los veinte participantes. Tras su consagración, Marcos visitó el estudio del reality y se refirió a su vínculo con Morita.
Esa pequeña can, de color negro, se encariñó con el salteño, ambos construyeron una simbiosis, una conexión sensorial más allá del entendimiento. A tal punto, que la mascota lo siguió a todos lados durante la gala final, en una demostración del amor que late entre ellos.
La idea original del ganador del certamen se centra en adoptarla y sumarla a su cotidianidad. No obstante, en el aire de Telefe le extendió una loable propuesta a Romina, quien ya aseguró la tenencia de Caramelo. Tras la pregunta de Laura Ubfal respecto a qué decisión tomó sobre la perra, el campeón compartió esta idea tan altruista.
"A mí me encantaría adoptar a los dos, pero si Romi quiere a Morita, también podrá ser suya", expresó el salteño, lo que activó una sensación de emoción en el estudio. Por su parte, la ex legisladora agarró el micrófono y le respondió: "Yo le había dicho al Primo que si no tenía problema que yo me la llevaba a Mora, adoptaba a los dos".
MARCOS LE PROPUSO A ROMINA QUE SE QUEDE CON MORITA
Así se edificó una especie de debate, en el que la de Moreno se mostró tajante respecto al cuidado del perro: "Sino, bueno… Obvio que yo con Caramelo me encariñé. Soy la mamá de Caramelo, y me muero si no la tengo. Yo me propuse tenerlos".
En definitiva, Marcos evidenció que en pos del bienestar de los dos peluditos podría desprenderse de Morita, caso contrario a lo que exhibió Romina, quien ratificó con un gesto adusto que no piensa ceder la guardia de Caramelo. ¿Quién se quedará con los dos hermanitos perrunos?