Las cosas que ha hecho Marley debiéndose a su público son incontables. A lo largo de su carrera en la tele, al hombre se lo ha visto comiendo cucarachas y demás bichos vivos y hacer, literalmente, de todo. Pero lo último que vivió junto a Moria Casán en Por el mundo, quizás cuente entre lo más extremo.
Porque Marley y la Casán se subieron a una tirolesa en Las Vegas no apta para quienes sufren de vértigo, llamada Zipline, una silla que se eleva en el aire que solo sujeta a los valientes que se atrevan a subirse con un cinturón de seguridad.
Ya en altura, la tirolesa cruza de una terraza de un hotel a otro a más de 150 metros de altura y a una velocidad de 53 metros por hora. “Recuérdennos con amor”, lanzó Moria antes de subir, entre risas pero algo nerviosa y arrepentida de haber aceptado el reto.
“¡Los odio! ¡Mirá donde me traen! ¿Qué necesidad de esto?”, exclamó Moria, antes de arrancar el vuelo. “Sofía, Dante y Helena, ¡los amo!”, gritó. “Estamos en Las Vegas, pero amo Argentina”, dijo, una vez arriba, mientras con Marley se moría de la impresión.
Luego de unos segundos que parecieron eternos, y ya a salvo del otro lado, el conductor de Telefe señaló lo más impactante de la atracción, el hecho de quedar “colgado de la nada misma”. “Es rarísima la sensación”, reconoció, pasado el miedo y la adrenalina.
“¡Yo orgasmeé en el cielo! ¡Divino!”, dijo por su parte Moria, feliz después de superar la experiencia límite en el aire. A lo que Marley, remató, entre risas con impactantes declaraciones: “Yo me cagué encima”.