En realidad se llama Macarena, pero en el culebrón que siguió a la inesperada separación de la China Suárez y Benjamín Vicuña siempre fue "la moza cordobesa", la enigmática mesera de un bar de la capital mediterránea cuyo amorío con el galán trasandino desembocó en el escándalo final, aquel que movió a la actriz a dar por terminada la relación.
Macarena ya no vive en Córdoba. Se radicó en Bahía, Brasil, y aquellos días de intensidad y frenesí mediático se los debió a Estefanía Berardi, que en su nuevo rol de panelista chimentera del programa de Carmen Barbieri dio a conocer la explosiva historia. Según ella, "la moza" le contó todo, hasta "detalles sexuales que no voy a revelar pero que sonrojarían a cualquiera". Incluso a la China.
Palabras más, hechos menos, la historia que contó Estefanía fue así: Vicuña llegó a Córdoba en la gira de una obra de teatro que compartía con Fernan Mirás y con Laura Cymer. Una noche fueron a comer hamburguesas y trabó relación con la moza que los atendió. Tras un par de encuentros apasionados, se pasaron celulares, pero ella quiso escribirle y se encontró con que estaba bloqueada. Enojada, buscó a la China por insta, la contactó y le contó "todo". Fue el acabose.
Berardi lo contó con pelos y señales en unas cuantas apariciones televisivas, lo que le valió, incluso, reprimendas y reproches de otras panelistas como Yanina Latorre, que le puso los puntos varias veces cuando la muchacha vistió LAM para contar su parte de la historia. Además, se dijo que Vicuña se había comunicado con ella para pedirle que dejara de hablar del tema, y avisarle que si no lo hacia recibiría una intimidante carta documento. Incluso, Angel de Brito bromeó y dijo que el chileno y la modelo devenida periodista iban a terminar enredados.
Pero ahora, Estefanía contó que se "cruzó" con Benjamín Vicuña. Ufff, qué circunstancia. "No puedo tener tanta mala suerte, me lo crucé a Vicuña en el gimnasio, nunca voy en el horario que fui ayer pero como yo había comido empanadas en el programa y estaba almorzada fui antes. Cuando yo subía él bajaba, te chocas si o si porque hay una escalera y hubo un cruce de miradas", le contó a Carmen.
"No puedo tener tanta mala suerte, me lo crucé a Vicuña en el gimnasio, nunca voy en el horario que fui ayer. Cuando yo subía él bajaba, te chocas si o si porque hay una escalera y hubo un cruce de miradas".
Sin perder la sonrisa, Berardi sostuvo que “tuve suerte que no fui con la máscara transparente, fui con el barbijo grande y yo miré el celular y le escribí a ustedes. En ese momento pensé ‘o se va a hacer cintas abajo y se va o sube’. Si él volvía íbamos a hacer gimnasia en el mismo lugar, yo creo que abandonaba el edificio porque es muy incómoda la situación. Me debe odiar, chicos".