El clan Montaner está en boga en el país, por la fastuosidad de la boda de Stefi Roitman y Ricky Montaner, que se celebró en un exclusivo club de campo en Exaltación de la Cruz. Semejante evento direccionó las miradas a la familia y así se maximizó la lupa en todos los integrantes.
Dentro de las polémicas del casamiento se destacó la postura de Marlene Montaner, la esposa de Ricardo, que cayó en las garras de las críticas por su cuestionable decisión de vestirse de blanco para la unión amorosa de su hijo con Stefi. Un detalle que no pasó desapercibido.
Esa cuestión activó la investigación respecto a qué tipo de relación existe entre la matriarca y Roitman, más allá de lo que se encargan de exhibir en las redes sociales. Así se conoció que Marlene tomó las riendas de muchas decisiones de la organización.
Por eso se consideró que la venezolana fue la encargada de solicitar la misma torta que se cocinó en la boda de Evaluna y Camilo, así como en el corte y estilo del frac de Ricky. Todo muy en sintonía, como una repetición. Incluso se ponderó la llamativa determinación de realizar la boda el ocho de enero, cuando la hija de Marlene se casó un ocho de febrero.
En la atmósfera sobrevuela la idea de una tensión latente entre Stefi y la esposa de Ricardo. No obstante, la influencer argentina sorprendió al postear en su Instagram la información del nuevo emprendimiento de su suegra, que se encuentra en Palermo.
Roitman invitaba a sus followers a visitar el local, que se sitúa cerca de la célebre plaza Armenia. Como una publicidad muy intensa para que su suegra pueda vender sus productos.
¿De qué se trata? Marlene ofrece dos libros de su autoría, que se llaman Evaluna Creciente y Evaluna Nueva, que se vinculan con consejos para mujeres embarazadas y casadas. Ambos ejemplares cuestan 50 dólares.
Como si fuese poco, parece que Marlene también se dedica a los cuadros, todos con mucha inspiración religiosa, incluso con citas de la biblia. En este proyecto laboral, la matriarca les asignó un valor tremendo a estas creaciones, porque los ofrece al público a 1500 dólares. Una suma exorbitante para la economía argentina.
