El pasado 7 de noviembre Luciana Salazar cumplió 44 y festejó con su círculo íntimo esa misma noche. Sin embargo, con el correr de los días la ex vedette continuó celebrando con amigos a tal punto que el domingo organizó un almuerzo con Marcelo Polino y Flavio Mendoza.
En la comida que disfrutaron en el conocido resto Roldán también estuvieron presentes y jugando su hija Matilda y Dionisio, hijo del artista y jurado del Cantando. Pero en ese compartir en sus redes de las distintas actividades de la tarde llamó la atención una actividad particular que hizo la ex de Martín Redrado.
A fin de estar activa en Instagram e ir subiendo distintos momentos de la jornada entre sus historias Luli lució su outfit y el de la niña así como también captó a los niños jugando en el lugar y luego mirando los caballos en el mediodía día soleado y caluroso.
Pero luego del ameno almuerzo y siendo que era alta la temperatura, madre e hija fueron a la casa de Flavio para que los niños puedan meterse y refrescarse en la pileta. Por supuesto, Salazar también compartió esa actividad en su cuenta personal.
AUTORREGALO DE CUMPLEAÑOS
Pero, en tanto los pequeños jugaban con pistolas de agua en la piscina, ella aprovechó para relajarse y hacerse un particular tratamiento que, lejos esta vez de ser de belleza, era con el fin de calmar molestias y dolores que seguramente tenía en su espalda.
Así, la blonda apareció en sus historias con una foto en la que se la ve recostada boca abajo, con el torso desnudo, debajo el jean y la espalda llena de una especie de frascos de vidrio succionando. “Mientras ellos estaban en la pile a mi me llenaron de ventosas”, escribió. Cabe recordar que, cada dos por tres, Luli se muestra con su masajista personal.