Pancho Dotto es uno de los empresarios de la moda más reconocidos del país. También estuvo junto a Valeria Mazza en los momentos de gloria de la modelo. Por distintas circunstancias de la vida, se fueron alejando, pero es muy llamativo que pasaron de tener una excelente relación laboral a no hablarse, y ni siquiera saludarse.
El representante contó una particular situación sobre las épocas del comienzo de la carrera de la top model.
Una adolescente rebelde
Dotto expresó que: “En ese momento había dos chicas de mi staff que eran muy famosas. Eran Carolina Peleritti y Bárbara Durand, que salían en todas las tapas. Eran las chicas más requeridas en el mundo del modelaje. Valeria recién empezaba, costaba que arranque porque era una chica distinta y tenía tres kilitos de más.” comenzó.
“Entonces estas dos chicas, que eran amigas mías también, vinieron a Punta y se alquilaron un departamento. En cambio, Valeria, que era menor de edad, vivía conmigo. Un día me la pidieron para salir de noche, les dije que tenía que volver temprano. Me quedé preocupado. No podía dormir, fueron pasando las horas y volvió a la mañana. Incluso ya había salido el sol.”, continuó el relato.
“Yo rebotaba contra las paredes. Imaginate que en esa época no había celular. Incluso, en el departamento tampoco tenía teléfono y me llamaban al de la recepción y yo bajaba. Cuando ella llegó, yo le empecé a hablar suave y luego me excedí un poquito. Le expliqué que las dos chicas que la habían dejado y salieron corriendo eran ya consagradas y que habían sido muy malas con ella”, aseguró el empresario.
“Le dije a Valeria: ‘Vos viniste a Punta del Este a armar una carrera, a formarte. A hacer actividad física, que vos necesitás, como todo el mundo. Vos lo que tenés que hacer en lugar de acostarte a las siete de la mañana es levantarte a esa hora para hacer actividad física. ¿Vos me entendés lo que te estoy diciendo? Te lo digo por tu bien’. Se largó a llorar, me dijo que tenía razón. Se fue a dormir y, desde el día siguiente, todos los días se levantó a las siete para ir a correr”, termina el relato de Pancho.
Después, el empresario se refirió a la situación actual con la modelo: “Esa es la anécdota más importante con Valeria Mazza en su primer verano en Punta del Este. Ella obedeció y entendió. Todo el resto no tiene nada que ver. Seguir dando vueltas sobre el tema es mediocre. No nos suma ni a mí, ni a nadie. Con Valeria hemos recorrido muchos kilómetros juntos, pero la vida pasa.” aseguró.
Y reafirmó que la situación con Mazza es irreversible: “Por ahí, el día de mañana, cambiamos, pasa algo y charlamos de nuevo. Pero no creo. Tenemos dos miradas y perspectivas de vida muy diferentes en función de las cosas. Yo creo que hay una parte de nosotros que tiene que ver con la calidad de vida y otra con el nivel de vida”.