Como host digital de Telefe y encargada de cubrir el detrás de escena de La Voz, Stefi Roitman hizo un divertido informe sobre cómo son por dentro los camarines de los distintos jurados del reality musical. Y sin hacer diferencias por el hecho de que entre ellos está su novio, se metió también en el cuarto de Mau y Ricky.
La modelo comenzó la nota charlando con su pareja, y si bien el músico intentó evitar que su chica ingresara al espacio asignado para él y su hermano, luego de un divertido ida y vuelta entre ellos, no lo logró. Por el contrario, la encargada de mostrar el backstage del programa fue al primero que visitó.
“Nos metimos a la previa donde están todos los coaches. ¿Se puede espiar algún camarín?”, lanzó Roitman a fin de que su chico la invite al suyo. A lo que Ricky, inmediatamente y tratando de evitar que vaya al suyo, disparó: “Al tuyo vayamos. ¿El mío que tiene de divertido? Ahorita no hay nada”.
Fue entonces que Stefi se salió con la suya y junto a su novio se dirigieron al cuarto que pertenece a los hijos de Ricardo Montaner. “Bienvenidos señores y señoras a nuestro cuarto”, expresó Ricky mirando a cámara en complicidad con el público.
Sin tenerle piedad por tratarse de su futuro marido, Roitman no lo pudo evitar y de manera espontánea y natural… lo escrachó al aire. Sin vueltas, entre risas, la modelo lanzó: “Hay olor a pollo. Acá se almorzó pollito con limón o algo así. ¿Puede ser?”.
“No, no”, le contestó Ricky en contraposición a lo que el olfato le revelaba a su novia. Y siguiendo con el paneo del camarín… descubrieron que el único objeto, que es un velador… estaba roto. “No tiene arreglo”, aclaró el jurado de La Voz mientras señalaba el artefacto eléctrico deteriorado.
Tras salir de ese cuarto, Stefi siguió con la investigación con el camarín de su suegro. Y a juzgar por la descripción de la modelo, dista mucho del estado en el que estaba el de sus hijos. “Hay rico aroma, rico perfume. Esto no huele a pollo”, reconoció la host.
"Hay olor a pollo. Acá se almorzó pollito con limón", comentó Roitman al ingresar al camarín de su novio. Pero al entrar al de Ricardo Montaner, diferenció: “Hay rico aroma, rico perfume. Esto no huele a pollo”.