Con sus importantes trabajos como actor, bailarín, cantante y modelo, Fernando Dente se coronó como uno de los artistas argentinos más buscados y requeridos de la industria. Y es que no solo participó en prestigiosos musicales, sino que también supo ganarse su lugar en diversas ficciones de Disney para Latinoamérica.
Alejado un poco de los escenarios a causa de la pandemia, Dente visitó el estudio de Los Mammones y se sometió a las picantes preguntas de su conductor, Jey Mammon, mientras también se divirtió contando viejas anécdotas nunca antes conocidas.
Pero indagando en su vida privada y en sus días como niño, fue Silvina Escudero quien arrojó una incisiva consulta que dejó boquiabierto al entrevistado: “¿Cómo es eso que una vez casi dejás a toda tu familia sin hogar?”
Luego de admitir que en pocos programas televisivos sabían tanto sobre su vida, con una risa nerviosa y recordando aquel momento, el actor contó con detalles cómo fue aquel terrible episodio que, por suerte, no pasó a mayores: “Tenía cuatro años y era fanático del fuego, me encantaban las cajas de encendedores, y también era fanático de las carteras de mi mamá”.
Y teniendo a todos los presentes sorprendidos y expectantes, Fernando continuó relatando aquel hecho de hace muchos años atrás: “Un día mi mamá se había ido y yo me había quedado con Nuri, que era la señora que trabajaba en casa. Yo la seguía a ella por todos lados, y mientras ella estaba limpiando el baño de la suite de mis papás me metí en el placard para ver las carteras y ¿qué descubro? Una cajita de fósforos”.
"Empecé a prender los fósforos, a ver hasta dónde ‘me quemaba’. En una de esas me quemé la mano, me asusté y solté la cajita y el fósforo prendido, que no da que caen arriba del colchón…”
Según continuó explicando, el cantante solo necesitó unos pocos minutos para incendiar una parte de la habitación, y fue gracias a la señora que ayudaba en el hogar que toda la familia no se quedó sin un techo: “Empecé a prenderlos, a ver hasta dónde ‘me quemaba’, a que se consuman. A todo esto, Nuri había sacado las sábanas para lavarlas así que estaba el colchón de la cama solamente. En una de esas, en una prendida de fósforos me quemé la mano, me asusté y solté la cajita y el fósforo prendido, que no da que caen arriba del colchón…”
“Se prendió fuego enseguida. Yo calladito, fui y me senté al lado de la puerta del baño, hasta que Nuri salió y me sacó rajando. Un desastre”, concluyó entre risas Dente, suspirando por dentro de que su pequeña travesura no pasó a mayores y culminó únicamente con un pequeño reto.
