La presencia de Iván de Pineda como conductor de la última emisión de La Peña de Morfi provocó alegría. Al fin y al cabo, el conductor es una de las personalidades más queridas de la farándula. La inesperada ausencia de Gerardo Rozín, en cambio, generó preocupación.
Rápidamente se habló de un problema de salud. Después, la usina de rumores se puso a trabajar incansablemente. Entonces, de la primera información de "arritmia" se pasó a la alarmante versión de una internación.
De buen talante, Rozín se volcó a sus redes para aclarar lo que le pasa. "Acabo de leer algo incorrecto, entonces rápidamente y despeinado salgo a contar que en efecto no hice el programa del domingo pasado por un tema de salud que estamos estudiando" dijo.
"No hice el programa del domingo pasado por un tema de salud que estamos estudiando".
El conductor rosarino comentó que "No estoy internado ni nada de lo que acabo de leer, pero lo cierto es que me tengo que ocupar seriamente de ver a qué obedecen algunos síntomas que me aparecieron".
"Como tengo por suerte todo el apoyo de mi familia, de Telefe y de todo el mundo voy a dedicar estos días a estudiar el asunto, a ver qué tengo y a curarme rápido" agregó Rozín, que dentro de una semana estará muy pendiente del clásico de su ciudad: es conocido su fanatismo por Rosario Central.
Además de conductor, Rozín es productor. Entre otras cosas, del programa de Andino y Fandiño en América. "Agradezco porque la que se preocupó o el que se preocupó ya mandó buena onda, me siento querido, los quiero a todos. Empiezo recién ahora este camino de obtener un diagnóstico y a estudiar un poco el asunto" dijo.
"Entiendo el derecho a informar, lo recontra banco, pero en la medida de lo pisible si se puede esperar a que demos las novedades nosotros sería mejor, básicamente porque tengo hijas y tengo hijos y tengo que andar explicando que no estoy internado" pidió.
"Empiezo recién ahora este camino de obtener un diagnóstico y a estudiar un poco el asunto"
Por último, Rozín contó que "Ocupado y sin enojos" y agradeció "los mimos, que son siempre bienvenidos".
