Finalista, pero a qué costo. Eso debe haber pensado Julieta al ver a Martina Stewart Usher entrar a la casa de Gran Hermano, cinco meses después de sacarla del juego a caballito de su hashtag viral “Fuera Malas Vibras”. La chica de Tigre volvió con los primeros eliminados, Holder y Mora, y Juli, no pudo disimular ni un poco su desagrado.
Aunque en un principio Disney intentó poner cara de póker, su lenguaje gestual dijo otra cosa cuando Martina se acercó al living con su valija a cuestas al grito de “¡No me odien, vengo en son de paz!”, a la par de que abrazaba a Marcos y Nacho.
“Ay, qué lindo tenés el pelo...”, fue el comentario que le hizo Julieta en cuanto la chica atravesó la puerta y la saludó con un corto abrazo de protocolo que en las redes señalaron como uno de los momentos más incómodos y tensos en lo que va del reality de Telefe, que a una semana de la final le puso picante.
Lo que no sabían los finalistas era que Holder, Mora y Martina llegaban para quedarse en este último tramo y hacer campaña por ellos. Así, luego de que se develara que la hermanita misionera apoyaría a Marcos, Juli dejó en claro a quién no quería de su lado bajo ningún punto de vista.
JULIETA DEBERÁ LIDIAR CON MARTINA EN EL TRAMO FINAL DE GRAN HERMANO
Es que a horas de volver a la casa, la integrante de Los Monitos no paró de tirarle hate en redes a la modelo y bailarina, quien, afortunadamente para ella, terminó con Tomás Holder de su lado. Mientras tanto, la profesora de Educación Física fue asignada para hacerle el aguante a Nacho, lo que enfureció a la Tora.
Como sea, se espera una semana muy movida dentro de la casa más famosa del país, con roces y situaciones con nuevos aires a partir de la peculiar visita pensada para desestabilizar a los jugadores y plantearles un nuevo desafío: convivir y limar asperezas.