Wanda Nara camina por un sendero sinuoso, repleto de espinas que le construyen obstáculos y contratiempos. La mediática se halla en el centro de la tormenta, con las miradas del mundo direccionadas a su humanidad y principalmente al devenir de su pareja con Mauro Icardi.
La blonda destapó la olla y decidió exponer al planeta que su marido le había sido infiel, por lo mínimo en el ámbito digital. Más allá que no la nombró específicamente, Wanda acusó a la China Suárez de vivir un coqueteo hot con el futbolista. Así gritó que se había separado el sábado, aunque después volvió con Icardi a cohabitar en la mansión parisina.
En las últimas horas, Nara salió a declararle la guerra definitivamente a María Eugenia, tras recoger el guante del descargo kilométrico que posteó la ex de Benjamín Vicuña. Así, la hermana de Zaire publicó una frase tremenda: “De mi familia me ocupo yo, de las putitas, la vida misma”.
Mientras los medios de comunicación hablan hasta el hartazgo de este triángulo amoroso, así como los usuarios de las redes sociales, Wanda tomó la decisión de abandonar la casona y sumergirse en las calles de París y en compañía de un hombre.
Incluso, Nara mostró que estaba en la codicia galería Lafayette, un centro comercial de diez pisos, con este varón. ¿Quién es? Se trata de Kenny Palacios, su peluquero personal, un amigo de plena confianza, quien la agarró del brazo y la acompañó a distraerse un poco de todo este ruido.
Kenny es un coiffeur de famosas como Karina Jelinek, Floppy Tesouro, Barbie Vélez y Zaira Nara. Hace unos días que viajó a París y se aloja en la propiedad de Wanda y la sigue a sol y sombra y oficia de confidente único. Por eso, Yanina Latorre exteriorizó ayer: “Me dice Wanda que lo que está viviendo es un infierno y que la acompaña su amigo Kenny”.
