Justo ayer, miércoles 4 de noviembre de 2020, Natalie Pérez cumplió 34 años. Hace uno, exactamente, fue tapa de Paparazzi por segunda vez. El título era tan revelador como conmocionante. "Pensé que a esta edad iba a tener tres hijos, y estoy sola" decía desde aquella portada. Entre esa declaración en carne viva y este presente que la encuentra ingresando a MasterChef Celebrity, el programa suceso de la temporada televisiva, reafirmó que estaba separada de su novio de toda la vida, Ramiro Gayoso, confesó un sorprendente vínculo sentimental con un famoso y se sometió a un tratamiento de congelamiento de óvulos que derivó en una internación de urgencia. Así es la vida de Natalie. Frenética. Cambiante. Llena de altibajos. Como la de casi todos los argentinos...
Natalie es tan porteña como el obelisco, la cancha de Boca, la calle Corrientes o el parque Las Heras. Nació en Villa Urquiza, un coqueto y tranquilo barrio ubicado al norte de la ciudad de Buenos Aires, donde cursó sus estudios primarios y secundarios y donde amasó, también, su sueño de triunfar como artista. Además de aprender a leer, escribir, sumar, restar, multiplicar y dividir, en esas mismas aulas y entre esos mismos bancos cruzó miradas, sentimientos, sueños y deseos con Ramiro Gayoso. Fueron compañeros y noviecitos, y al cabo de una separación prolongada volvieron a estar juntos. Recién rompieron el año pasado. Lo imaginó el padre de sus hijos, pero no se dio.
En ese tiempo "distanciada" de su novio de toda la vida, salió con alguien que hoy es muy famoso pero en aquella época apenas era el "hijo de": Migue Granados, hoy una de las puntas de lanza de la renovada señal deportiva Espn, fue su cumpañero por un año largo. Nadie lo sabía, hasta que decidieron revelarlo a dúo en una entrevista que ella le dio al programa que conduce él, Ultimos cartuchos. La sorpresa fue grande y generalizada.
Ese día que brindo el reportaje, Natalie ya era Natalie Pérez. Pero para llegar a portar ese nombre y apellido al que no le hace falta agregar ninguna otra referencia para saber quién es tuvo que transpirar mucho la camiseta y batallar largo y tendido en un sinfín de programas de televisión. La peleó hasta que le llegó el éxito con Graduados, aquella novela de Underground que logró lo que parecía imposible: ganarle cada noche a esa topadora que se llama Marcelo Tinelli.
Natalie no tenía un rol protagónico, pero la madurez que demostró como actriz le permitió ganar terreno en un elenco lleno de figuras. A fuerza de buenas actuaciones, simpatía y de hacer querible a un personaje relativamente chiquito, fue metiendo su nombre entre el de los consagrados Nancy Dulpáa, Isabel Macedo, Daniel Hendler, Julieta Ortega, Luciano Cácerez, Juan Leyrado, Mirtha Busnelli y Mex Urtizberea, la selección nacional de artistas que conformaron ese elenco.
Graduados representó un antes y un después para su carrera. Un trampolín rumbo a los protagónicos. La puerta de entrada a las grandes carteleras y a los contratos con varios ceros. La próxima parada se llamo "Las Estrellas", la tira de Polka que fue sensación y que la catapultó, de una vez y para siempre, al firmamento de las grandes actrices argentinas.
Fue de tal magnitud su crecimiento que llegó la primera tapa de Paparazzi (y de su vida). Otra vez, con un título demoledor: "La increíble vida de la nueva reina de la tele". Se la veía sonriente, plena, dichosa, feliz. Era su gran momento. "Es la piba de barrio que cumplió el sueño de triunfar como gran artista. Brilla en Las Estrellas y deslumbró en el Bailando. Se le anima a Lali Espósito. Está de novia con un amigo de toda su vida y quiere ser mamá" se decía por entonces.
Ya en ese momento de hablaba de sus deseos de concretar la maternidad. Como no sucedía y tampoco aparecía alguien interesante desde que se había separado, encaró un tratamiento para congelar sus óvulos. Algo salió mal y debió ser internada de urgencia. A decir verdad, nunca hubo mucha claridad acerca de qué le pasó y qué secuelas le pueden haber quedado, pero ella misma contó que "conocí el dolor real, no le deseo a nadie lo que me pasó a mi".
Natalie trascendió las fronteras de la actuación y también se lanzó como cantante. Fue otro suceso. Sus iniciativas no pararon por ahí: ahora está a cargo de su nuevo emprendimiento, "Detox", donde les habla a la cara a las mujeres y les pide que salgan de su cascarón y le griten al mundo que quieren ser felices. Su cuenta de Instagram, donde están todos los detalles, se vio revolucionada desde ese lanzamiento.
Ahora vive con su perro. Lo quiere, lo cuida, lo mima, lo malcría, lo reta, lo saca, lo lleva, lo trae, le cocina, le da besos, lo abraza, lo educa. Como si fuera un hijo. Justo. Y se metió en MasterChef Celebrity por el covid positivo del Polaco. Para ella, de taquito. Pan comido. Si ya los cocinó a todos.