Luego de la primera semana de competición, los chicos de Cuestión de Peso regresaron y contaron cómo se sintieron con el tratamiento al que están sometidos. Camila Deniz fue una de las primeras en pronunciarse y reveló que le costó mucho ya que aún está luchando con la adicción que tiene a una comida.
“Mi primer fin de semana me costó en la comida. Compartí con mi papá. Vamos a comer una ensalada con un pedacito de carne. El sábado después planeamos para salir a bailar, a divertirme un rato con mi hermana, mi prima y las amigas. Esta vez no me dijeron ‘Barney’", comenzó.
También, la cuñada de Daniela Celis reveló que se dio un gustito el pasado fin de semana: “Y después el domingo comí una morcilla, me saqué las ganas. Me tentó los fideos con tuco, el olor asado por todos lados. Salí a bailar, pero no tomé alcohol, y me felicitaron".
En cuanto a evitar el consumo de alcohol, la competidora dijo:“Tenía a mis amigos que me decían ‘ay, es cierto que no podés’. Y me traían botellas de agua y sentí que me estaban acompañando. Trataba de que, si yo iba al baño, que nadie me diera algo para tomar”.
LA ADICCIÓN DE CAMILA DENIZ
“Me hace acordar a mi mamá, cuando era chiquita y tomaba mate con ella. Soy adicta, me encanta, no puede faltar en mi heladera. Es riquísima, no la puedo dejar. Le pongo mermelada o dulce de leche. Esto va con dulce de leche, o mermelada”, confesó Camila sobre su adicción.
Y agregó sobre la manteca que tuvo que esconder en su casa para evitar tentarse: “Hay una manteca encerrada en mi casa. Hay una manteca y la miraba porque yo me levantaba. Me levantaba y hacía pan con manteca, con mate o un mate cocido que amo mucho”.