Con la pandemia del Covid-19 instaurada como una parte más cotidiana en la vida, la gente ya se maneja con total normalidad y las vacunas aplicadas. Pero el lado B de este virus lo conocieron todas aquellas personas que no sobrevivieron o lo padecieron de alguna u otra forma.
Uno de ellos fue Enrique Pinti, quien a sus 82 años falleció en marzo de este año. A raíz del aislamiento obligatorio el actor llegó a transitar una profunda depresión de la que no pudo salir y se sumó a otros detonantes que lo llevaron a la muerte.
Con tres semanas de internación en el Sanatorio Otamendi, Pinti no resistió y partió de este mundo. Producto de un cuadro de diabetes que se complicó en el último tiempo, sumado a problemas de circulación que derivó en un panorama complejo para el capocómico.
Una de los grandes interrogantes que dejó su muerte tiene que ver con qué harán con la herencia de Enrique. Algunas propiedades y dinero es todo lo que dejó en este mundo, que ya tendría una persona que lo recibirá.
Se trata de Natalia Gabriela Camaño, quien es la única persona que aparece en el testamento de Pinti. Debido a que el primo del actor falleció en enero e iba a ser su único beneficiario, el propio humorista decidió cambiar el legado.
Allí solo realizó la modificación en el nombre y cómo su enfermedad ya estaba muy avanzada, lo que cuál repercutió a la hora de escribir, en vez de firmar utilizó su dedo, lo pintó y con un huella certificó la validez de ese documento.
"El papá de Natalia es la persona que más cerca estuvo con él en los últimos años. En una parte del testamento aclara que se deja constancia que, no pudiendo firmar bien, el otorgante, en virtud de la enfermedad que lo aqueja, estampa la impresión del dígito pulgar derecho", expresó la periodista Débora D'Amato.
En cuanto a las especificaciones que se incluyeron en el testamento se desconoce, pero según fuentes allegadas, Natalia habría heredado dos propiedades de Pinti. Respecto a su dinero, nadie sabe qué decisión se tomó sobre su capital.
