Falta bastante para que termine Bake Off 2020, pero uno de los participantes ya ganó: Marcos Perren se ha vuelto, indudablemente, el competidor preferido de la gente. La noche del repechaje en el que resultó electo para volver al certamen fue tt número uno en la Argentina, segunda tendencia mundial en Twitter y el pico de rating del programa superó los 10 puntos. Una verdadera revolución.
Marcos tiene 19 años y es de Vicente López. Desde los 16 que se dedica a la pastelería: no tiene local propio pero vende sus “creaciones” por internet. Empezó a preparar exquisiteces dulces bastante antes. Era un pibito cuando ayudaba a su mamá a cocinar chocotortas y bizcochuelos. A la madre le llamó la atención y le pagó un curso en el instituto de gastronomía Lycee.
Para muchos, Marcos está lejos de ser el mejor participante, o el más aplicado. Ni siquiera es el más prolijo. Sin embargo, su gracia, su carisma y su soltura hicieron que algunas preparaciones fallidas resultaran más simpáticas que criticables. Su preferido en el programa es Krystophe (“lo admiro”, repite una y otra vez), y la más linda le parece Paula Cháves, que espera está embarazada de Filipa.
Extrovertido y gracioso, Marcos no tiene novia. “No soy gay”, aclaró en un video de Youtube donde reveló 50 datos de su personalidad. Así, pasó a ser uno de los solteros más codiciados de la cuarentena. Hizo el colegio secundario en el “Lasalle” de Florida, una de las escuelas religiosas más tradicionales de la zona norte del conurbano.
La mitad más uno del dulce
Marcos es de Boca y, como muchos chicos de su edad, ama jugar al fútbol. “Después de la pastelería, es lo que más me gusta” contó. En general, va al arco. “Para los que critican el puesto, les digo que se puede jugar sin un 9 o sin un 5, pero sin arquero no” se “atajó” él.
No era ni el mejor ni el peor alumno. “Me sacaba 7, zafaba con lo justo pero aprobaba siempre” y en esas épocas de aulas y recreos aprendió a usar el lenguaje inclusivo. “El Secundario fue una gran época, hice muchos amigues” recordó sonriente. Tiene un hermano mayor, Tomás, de 23 años.
Cumple años el 7 de agosto, el mismo día que se celebra a San Cayetano. “Soy re leonino, re re re” dijo él, que cree en la astrología pero no se anima a profundizar en el tema porque “me faltan conocimientos”. En cuanto a la música, “escuchó de todo, Mucho rock nacional, pero no me cierro. Ahora, por ejemplo, me enganché con Tini”.
Marcos no es un fanático de los videojuegos. Pero cuando se transforma en “gamer” su favorito es el “Imperium AO”. No sabe cuando, pero algún día le gustaría dedicarse a la docencia. “Sería genial transmitirles conocimientos a los chicos. Podría ser de pastelería, claro”, acotó.
Le encanta el dulce de leche (lo prefiere por sobre el Nutella), el postre que lo aburre es la selva negra, el que más le gusta el brownie y el más tradicional le parece el volcán de chocolate, cree que mide 1,85 y tiene varios sueños.
El primero, ir a Francia, la capital mundial de la pastelería, a probar sus delicias. Otro, que “Repostería Perren” sea un emprendimiento franquiciado en todo el mundo. El tercero, viajar de mochilero por el mundo. Y el último, tener hijos. Porque en el fondo, y por todos lados, Marcos es un dulce.
