No canta. No pone puntajes ni da devoluciones. Tampoco entrena a los participantes, no conduce las galas y prácticamente no aparece en cámara. Sin embargo, es uno de los grandes protagonistas del Cantando 2020. Para muchos, la gran revelación del programa que encabezan Laurita Fernández y Angel de Brito: a fuerza de comentarios picantes y divertidos, algunas reacciones que generó y todas las sonrisas que arrancó con sus intervenciones, el locutor Martín Salwe se ha vuelto una inesperada figura del certamen.
Tomando la posta de Marcela Feudale, la histórica locutora de los realities de Marcelo Tinelli, Martín aprovechó al máximo la oportunidad que le dieron de "jugar en primera". Con soltura, desfachatez y desparpajo, cruzó la frontera de ser "el que dice los avisos" y se animó a expresar, varias veces, lo que piensa, antes y después de las performances de los "jugadores". Al principio con timidez, pero luego con convicción, su voz fue ganando cada vez más espacio.
Pero así como le permitió crecer en espacio y popularidad, jugar al límite también le costó un par de "respuestas" fuertes, sobre todo de los jurados. Nacha Guevara no le tuvo contemplaciones y lo trató de "pelotudo", un insulto que curiosamente no tuvo rechazos ni observaciones de ningún tipo. Hombre de carácter fuerte y temperamento importante, Oscar Mediavilla también lo puso en caja un par de veces. En ambas ocasiones, el muchacho respondió con humor y salvó las situaciones.
Por el contrario, cuenta con el aval de los participantes y el visto bueno de los conductores. Sobre todo con el de Laurita Fernández, que le celebra cada una de las ocurrencias. De Brito, a veces, también le sugiere que pise el freno para no tener inconvenientes.
Martín tiene 23 años. Nada más... y nada menos. Es un nene: a una edad en la que muchos chicos no saben ni siquiera qué estudiar o no han encontrado todavía su primer trabajo -culpa, en la mayoría de los casos, de un mercado laboral cada vez más pequeño y voraz-, él se está transformando en "la voz" televisiva del año de la pandemia.
Es Taurino: cumple años el 9 de mayo, y eso, según aquellos que lo conocen, define buena parte de su personalidad: es fuerte, perseverante, no le teme al rechazo inicial porque una de sus carterísticas es que es insistente y cuenta con una enorme fuerza de voluntad.
Un ejemplo de esto último fue, quizás, el cambio físico que protagonizó hace un tiempo, cuando se puso como objetivo perder algunos kilitos que tenía de más y modificar su imagen, y vaya que lo logró: después de intensas y agotadoras jornadas en el gimnasio y en las pistas (no en las de baile, sino en las de running) tiene el cuerpo "trabajado" como el de Mariano Martínez. "Encima está re bueno" se escucha, cada vez más seguido, en el edificio donde se hace el Cantando.
Martín está de novio con la modelo y bailarina Flor Díaz, quien iba a participar del Bailando como compañera o partenaire de Lío Ferro pero se quedó con las ganas de hacerlo por culpa de la pandemia de coronavirus.
Se conocieron trabajando y en sus redes desbordan declaraciones de amor. "su costado más tierno, sensible, y aniñado es lo que me enamora de él todos los días de mi vida" le escribió ella en Instagram. "Un ser que piensa y se preocupa por el resto antes que por sí mismo, y que su optimismo 24/7 no lo deja decaer nunca, pero aún así, sabe siempre darme el lugar para abrazarlo cuando más lo necesita" agregó.
"Él es el que siempre tiene una sonrisa para ofrecerle al resto: haciendo chistes, cantando, o gritando con la intensidad que lo caracteriza. El que levanta los ánimos a todos con su humor tan sano y exquisito. Y el que, con esa misma intensidad, me genera las sonrisas más grandes que pude tener y las risas que más dolor de panza me dan. Él es el hombre que me mira como nadie, que me comprende hasta cuando soy incomprensible. Que me llena de amor y que mi mirada se lo refleja naturalmente desde el primer día que todo esto arrancó. Que me da su hombro para llorar siempre que lo necesito y que su naricita en mi frente me hace sentir que no existe lugar más seguro que con él" lo definió ella.
Martín Salwe es el niño mimado. De Laflia, donde trabaja hace casi 5 años, y de su novia. El niño mimado
