Julieta Prandi es una de las caras conocidas de la televisión argentina, con un largo y marcado trayecto en diferentes escenarios. Arrancó como modelo, luego trabajo como actriz y también supo desempeñarse como conductora. Hace 23 años empezó y se la pudo ver trabajando en Poné a Francella, No hay dos sin tres, Zapping, El ojo cítrico, Gracias por venir, entre tantos otros trabajos.
Sin embargo, su vida no es todo color de rosas y transitó un periodo muy obscuro de su vida involucrada en medio de violencia de género, con situaciones muy graves que ella misma describe como de película.
Pero ahora en nuevo capítulo de toda la trama que se está conociendo se supo que la Cámara de Apelaciones de Campana tendrá una audiencia por el caso de la actriz, modelo y conductora contra su ex marido Claudio Contardi en medio de las denuncias por abuso sexual agravado y muchos temas que tienen que ver con sus hijos.
El que habló fue el abogado defensor de Prandi, Fernando Burlando, quien relató duros hechos que sufrió su clienta en el programa Nosotros a la Mañana de El Trece: “Julieta está desgastada, ya no tiene fuerzas".
"Los delitos que están en juego es el abuso sexual agravado reiterado. Prácticamente hemos perdido la cuenta porque ella venía siendo víctima de abuso sexual semanalmente durante mucho tiempo”, siguió.
“Tratamos de establecer cantidad de hechos que ella fue víctima y fueron más de cien los abusos. Personalmente creo la pena que está en juego son 50 años. Sería la pena máxima a la que podríamos aspirar”, agregó el letrado en relación a lo que pedirán penalmente contra el empresario gastronómico y padre de los hijos de la modelo.
Ante la cuestión de como se determina el delito de abuso sexual y su dificultad al ser tan prolongados y entre marido y mujer, Burlando respondió: “Es muy difícil porque a veces los hechos suceden entre cuatro paredes. Están solamente los protagonistas, la víctima y el victimario”.
Sin embargo, agregó: “Pero los peritos trabajaron muy bien y los indicadores de abuso de Juli son muy claros. Son exponenciales los momentos vividos se traducen no solamente en sus manifestaciones, sino en su psiquis”.